Un frenazo a tiempo evitó que el animal corriera un riesgo mayor en mitad del asfalto. El conductor, sorprendido al ver al pequeño ciervo en mitad de la carretera, optó por detener el coche y observar la situación antes de seguir. Durante esos instantes, el cervatillo parecía moverse sin rumbo, como si no supiera muy bien hacia dónde dirigirse.
La falta de la madre en las inmediaciones aumentaba la incertidumbre, sobre todo porque los coches que pasaban cerca podían suponer un peligro evidente. Esa pausa dio pie a una secuencia que terminó teniendo un desenlace mucho más tranquilo de lo que parecía en un primer momento.
En la carretera
El animal no tenía miedo de los coches ni de los humanos
El hombre decidió salir del vehículo y situarse cerca del animal, que lejos de huir, se le acercó como si buscara compañía. Según relató en el vídeo que grabó, en sus 38 años nunca le había sucedido algo parecido.
Ante la ausencia de la madre y con la carretera cada vez más transitada, optó por llamar al guarda forestal para pedir instrucciones sobre cómo actuar y evitar un accidente.
Justo antes de que llegara el agente, la situación dio un giro repentino. El propio conductor explicó que de entre unos arbustos apareció la madre, emitió un resoplido y el cervatillo salió corriendo hacia ella sin dudarlo. El reencuentro calmó la tensión acumulada y permitió que todo quedara en un susto.
La grabación se difundió rápidamente en redes sociales y generó reacciones muy diversas. Una usuaria comentó con ironía: “La respuesta de los hombres es buscar a la madre y llamar al guarda; la de las mujeres, pensar que tienen un nuevo bebé”. Otra persona escribió: “Por qué nunca formo parte de la familia que reparte cervatillos”. También hubo internautas que destacaron la calma con la que el animal se acercó al hombre: “Ella dice que eres su madre, no tuvo nada de miedo de ti”.
Ese contacto breve sirvió para mostrar la capacidad de los animales de percibir intenciones y responder a ellas. Al final, la historia se resume en un gesto de protección que evitó un accidente. “La naturaleza y la bondad coincidieron en el mismo punto kilométrico”, sentenció un usuario.
