Roer un hueso puede llegar a ser el mejor cepillo de dientes de nuestras mascotas. Así lo asegura la nutricionista canina Jessica da Silva en sus redes sociales, en las cuales ha desvelado los múltiples beneficios de proporcionar huesos a nuestros peludos.
”Un buen hueso recreativo puede ayudar a eliminar el sarro casi por completo, especialmente en molares y premolares, sin fracturas ni lesiones en las raíces dentales o daño al esmalte, sin obstrucciones en el esófago, obstrucciones intestinales o complicaciones relacionadas con la ingesta de huesos” asegura la experta en su publicación.
Jessica da Silva desvela los beneficios de loss huesos recreativos
Da Silva hace hincapié en un detalle de gran relevancia: los huesos recreativos crean un efecto de abrasión en los dientes que ayuda a eliminar y arrastrar el cálculo dental, además de liberar endorfinas que generan una sensación de bienestar emocional en nuestros perros.
De esta forma, los huesos recreativos crudos y grandes (como fémures o rodillas de vacuno) pueden tener una serie de beneficios para nuestras mascotas si se dan con precaución: entretenimiento y estimulación mental, ejercicio de mandíbula y limpieza dental.
¿Cuándo son peligrosos los huesos recreativos para nuestros perros?
Eso sí, a la hora de ofrecer un hueso recreativo a nuestra mascota es necesario conocer tanto pros como contras. Un alto porcentaje de huesos -especialmente los cocidos o inadecuados al tamaño del perro- pueden causar serios problemas:
- Rotura dental, muy común con huesos duros de vaca o ciervo.
- Atragantamiento o obstrucciones intestinales si tragan trozos.
- Lesiones digestivas como perforaciones o estreñimientos.
- Riesgo bacteriano si el hueso crudo se conserva mal (salmonela, E. coli).

