Cada semana en Mishilovers recibimos llamadas desesperadas y denuncias de nuevos casos de maltrato a gatos comunitarios en distintos puntos del país. Desde envenenamientos hasta agresiones físicas, la violencia contra estos animales es un problema constante que muchas veces queda impune si no se ejerce cierta presión mediática, como ocurre con todos los casos de maltrato, ya sea a personas o, como en este caso, a animales.
Las gestoras de colonias se enfrentan diariamente a situaciones de acoso, amenazas y falta de apoyo institucional, mientras intentan hacer cumplir la Ley 7/2023 de Bienestar Animal en municipios donde las ordenanzas locales son inexistentes o insuficientes. A pesar de su labor fundamental en el control ético de las colonias felinas, siguen sin contar con el respaldo necesario por parte de las administraciones y deben enfrentarse solas a situaciones dantescas que las ponen en peligro y destruyen sus familias felinas en nombre de modelos arcaicos de poder y fuerza bruta, como si se tratara del Far West.
Ante la falta de protocolos claros, este artículo expone la denuncia de algunos de los casos más recientes de maltrato animal en España, con el objetivo de visibilizar la realidad que sufren los gatos comunitarios y sus cuidadores, así como de ofrecer recomendaciones sobre los pasos a seguir en estas situaciones.

Gatos comunitarios en peligro: Cómo la intolerancia se trasforma en violencia
Bienestar animal
El caso de la colonia felina en Madrid: una batalla contra la crueldad
En las últimas semanas, ha salido a la luz un caso estremecedor de maltrato animal en Madrid. Una colonia felina autorizada y gestionada legalmente ha sido víctima de envenenamientos y desapariciones forzadas. La persona encargada de su cuidado, una gestora debidamente acreditada, no solo ha sufrido la angustia de ver morir a los gatos bajo su protección, sino que ha sido víctima de insultos, amenazas y acoso por parte de algunos vecinos. Aún más grave es la inacción de las autoridades, que, pese a las múltiples denuncias, han mirado hacia otro lado.
La cobertura mediática del caso ha sido aún más preocupante. Un programa de Antena 3 difundió información sesgada y desacreditó la labor de las gestoras, centrándose en la supuesta “molestia” que generan los gatos en lugar de condenar el maltrato y el incumplimiento de la ley. Esto ha generado una gran indignación entre colectivos de protección animal y ciudadanos conscientes de la importancia del bienestar animal y la ley que les protege.
Lleida
Un encubrimiento que deja muchas dudas
Otro caso indignante ocurrió en Lleida, donde varios gatos de una colonia gestionada fueron brutalmente asesinados y descuartizados. Las denuncias de los vecinos apuntaban directamente a un caso de maltrato intencionado, pero en las noticias se trató de encubrir la situación alegando que los responsables fueron zorros. Testimonios y evidencias contradicen esta versión, lo que deja en evidencia la falta de voluntad para investigar lo sucedido y castigar a los culpables.
Este es un claro ejemplo de cómo se protegen a los maltratadores en lugar de defender la ley y la ética.
Córdoba
Promesas incumplidas y abandono
En Córdoba, la protectora Animales en Apuros cerró su refugio alegando falta de apoyo institucional. Sin embargo, poco antes, había recibido un compromiso de ayudas por parte del Ayuntamiento, lo que llevó a la propia asociación a agradecer públicamente la colaboración municipal en un pleno celebrado el 26 de febrero de este mismo año.
Solo dos días después, los gatos que quedaban en el refugio fueron abandonados en la calle. Voluntarias que gestionan colonias en Córdoba detectaron la llegada repentina de numerosos gatos desconocidos en sus puntos de alimentación, confirmando que eran los mismos animales del refugio por las fotos de las publicaciones de la propia protectora en sus redes para darlos en adopción unos meses antes.
La Ley de Bienestar Animal considera el abandono una infracción grave, sancionada con multas de hasta 50.000 euros. El caso ha sido denunciado ante SEPRONA, que ha abierto un expediente sancionador contra la asociación responsable. Este suceso expone la falta de control para garantizar el bienestar animal.

Maltrato animal en España: El silencio de las administraciones frente al crimen
Valladolid
Una colonia amenazada de muerte
En Valladolid, los voluntarios han denunciado una situación extrema: un vecino identificado y denunciado ha estado matando gatos a bastonazos. La colonia, que se encuentra en una casa abandonada, está compuesta por aproximadamente 30 gatos que dependen del alimento proporcionado por los cuidadores.
A pesar de que el Ayuntamiento ha solicitado la intervención de la Diputación de Valladolid para el control y seguimiento de la colonia, la violencia contra los gatos continúa sin que se tomen medidas urgentes para frenar los ataques. Se ha instado a incluir la colonia en un programa CER, así como a realizar charlas informativas para la comunidad y los alimentadores con el objetivo de reducir los conflictos.
Sin embargo, mientras las administraciones demoran la aplicación de soluciones, los gatos siguen muriendo en manos de quien se opone a su existencia. ¡Cuánto daño puede hacer una sola persona! Este caso refleja la urgencia de una intervención efectiva para garantizar la seguridad de los animales y el cumplimiento de la Ley 7/2023 de Bienestar Animal.
Gatos en libertad
La irresponsabilidad de las administraciones enfrenta a comunidades de vecinos y propietarios en zonas urbanas y rurales
La inacción de una comunidad de vecinos o de propietarios en zonas rurales ante el maltrato animal puede convertirles en cómplices de un delito. Según la Ley 7/2023 de Bienestar Animal, los gatos comunitarios tienen protección legal y su gestión debe realizarse mediante el método CER (Captura, Esterilización y Retorno). Esto significa que no pueden ser eliminados, trasladados arbitrariamente ni maltratados.
Tanto en entornos urbanos como rurales, la comunidad puede ser responsable si:
- Permite que ciertos vecinos envenenen o agredan a los gatos sin denunciarlo.
- No actúa ante conflictos vecinales que derivan en maltrato animal.
- Impide que las personas autorizadas alimenten y cuiden a la colonia.
- Obstruye la aplicación del método CER, lo que puede generar un crecimiento descontrolado de la población felina.
En zonas rurales, donde las propiedades suelen estar más dispersas, la ausencia de un marco legal claro y de normativas específicas a nivel municipal agrava los conflictos entre vecinos. A diferencia de otros ámbitos en los que los ayuntamientos regulan y sancionan con claridad—como el pago de tributos o las normas de urbanismo—, en la gestión de colonias felinas hay un vacío normativo que deja a los cuidadores en un limbo legal. Y responsabiliza directamente a las personas que, de modo altruista, llevan años cuidando animales que son responsabilidad de las administraciones. La falta de regulaciones concretas genera confrontaciones innecesarias, dejando a los gatos comunitarios en una situación de vulnerabilidad y a las gestoras de colonias sin herramientas legales eficaces para defender su labor.
Si un ciudadano no paga un impuesto municipal, sabe que enfrentará una sanción debido a las normas claras que existen. ¿Por qué no ocurre lo mismo con la protección de los gatos comunitarios, si la Ley 7/2023 de Bienestar Animal ya garantiza su amparo a nivel estatal? La ausencia de ordenanzas municipales específicas provoca conflictos entre vecinos, refuerza la impunidad de los agresores y pone en riesgo a los animales. Sin regulaciones claras, los gatos quedan vulnerables, y los cuidadores carecen de las herramientas legales necesarias para defender su labor. Esto complica la gestión de las colonias y deja desprotegidos tanto a los felinos como a quienes los cuidan.
Las sanciones por maltrato o eliminación de gatos pueden alcanzar los 200.000 euros y penas de prisión de hasta 18 meses. Es fundamental que las comunidades de vecinos y propietarios rurales asuman su responsabilidad y colaboren con las autoridades para garantizar la protección de estos animales.

La Violencia Contra los Gatos Comunitarios: Un Crimen Silenciado
Tolerancia cero
¿Por qué algunos vecinos odian a los gatos?
En este caso concreto, la colonia felina se encuentra en un bloque de pisos, por lo que no existen jardines privados ni grandes espacios exteriores exclusivos de cada vecino. Sin embargo, algunos residentes han argumentado que los gatos:
- Dejan huellas en los coches si se suben encima en invierno para resguardarse del frío.
- Pueden provocar alergias en personas sensibles (aunque no tienen acceso a las viviendas y no hay contacto directo).
- Maúllan en ciertas épocas (algo que se reduce con la esterilización, como ya se ha hecho en esta colonia).
- Generan suciedad (cuando los puntos de alimentación están gestionados correctamente, y además es algo que depende más de la comunidad que de los propios gatos). Creo que el ser humano genera mucha más suciedad…
Estos argumentos, aunque pueden ser comprensibles en un primer momento, no justifican de ninguna manera el maltrato ni la eliminación de la colonia, más aún cuando su gestión es completamente legal y está avalada por un Ayuntamiento.
Penas más duras
¿Quiénes están detrás de estos crímenes?
Los perfiles de quienes persiguen y matan gatos suelen coincidir con hombres de edad avanzada, con un pensamiento retrógrado y de dominación territorial. Estas personas ven la presencia de los gatos como una invasión y reaccionan con violencia, sin buscar alternativas legales o racionales. En muchos casos, también han protagonizado otros actos de intolerancia y agresión, no solo contra animales, sino también contra vecinos que defienden sus derechos.
Los estudios psicológicos indican que estas personas suelen compartir ciertos rasgos:
- Falta de empatía y baja tolerancia a la frustración.
- Comportamiento agresivo o dominante.
- Búsqueda de control sobre el entorno.
- Rechazo a normas que no se ajustan a su visión tradicional del mundo.
Esto no solo es un problema de maltrato animal, sino también una cuestión social que debería ser abordada con mayor rigor por parte de las autoridades.
Denuncia
¿Qué hacer ante un caso de maltrato animal? Pasos a seguir
Si eres testigo de un caso de maltrato animal o amenazas contra una colonia felina, es fundamental actuar de manera rápida y efectiva. A continuación, te explicamos los pasos clave para denunciar y proteger a los gatos comunitarios:
1. Recopilar pruebas
- Fotografías o vídeos del maltrato, envenenamiento o agresiones. A poder ser que se vea la ubicación, ya que si no pueden decir que la foto está tomada en otro lugar.
- Testimonios de testigos presenciales.
- Informes veterinarios en caso de lesiones o muertes.
2. Denunciar a las autoridades competentes
- Policía Local o Guardia Civil (SEPRONA): Especialmente en casos de maltrato, envenenamiento o muerte de animales.
- Ayuntamiento: En caso de incumplimiento del método CER o falta de actuación ante agresiones a gatos comunitarios.
- Fiscalía de Medio Ambiente: Para casos graves de violencia reiterada contra animales.
- Fiscalía de Delitos de Odio: Para casos graves de violencia reiterada contra personas, sobre todo inmigrantes y racializadas.
- Asociaciones de protección animal: Pueden asesorar sobre cómo proceder y dar mayor visibilidad al caso. Por ejemplo, FAADA.
3. Presentar la denuncia de manera formal
- Hacerlo por escrito, incluyendo pruebas y detalles precisos (lugar, fecha, descripción del suceso, personas implicadas si se conocen).
- Exigir un número de registro de la denuncia para hacer seguimiento.
- Insistir en la aplicación de la Ley 7/2023 de Bienestar Animal, que protege a los gatos comunitarios y, a poder ser, el artículo que se está vulnerando.
4. Presionar a la administración
- Si las autoridades no actúan, contactar con medios de comunicación y redes sociales para visibilizar el problema.
- Solicitar reuniones con concejales o responsables municipales para exigir medidas concretas.
5. Proteger la colonia y a sus cuidadores
- Organizar turnos de vigilancia para prevenir más ataques.
- Instalar cámaras de seguridad en puntos de alimentación si es posible.
- Alertar a la comunidad sobre las consecuencias legales del maltrato animal.
La falta de actuación ante el maltrato solo perpetúa la impunidad. Con información, presión social y acciones legales, podemos marcar la diferencia y proteger a los gatos comunitarios.

Colonias felinas bajo amenaza: denuncias, abandono y crueldad sin consecuencias
Protección de los gatos
La visibilidad es el primer paso para el cambio
Casos como los de Madrid, Lleida, Córdoba y Valladolid demuestran que el maltrato animal sigue siendo un problema grave y silenciado, a pesar de los avances legislativos. La difusión de estas atrocidades es fundamental para presionar a las autoridades y exigir justicia. La ley protege a los gatos comunitarios, y la impunidad no puede ser una opción.
Es hora de que la sociedad deje de normalizar la violencia contra los animales y que las instituciones actúen de manera contundente contra los responsables. Solo así podremos evitar que estos crímenes queden impunes y avanzar hacia una convivencia más ética y respetuosa para todos.