Muchos perros desarrollan lo que se conoce como ansiedad por separación, un cuadro de estrés que puede incluir ladridos excesivos, destrozos en casa o incluso depresión. Este malestar aparece con mayor intensidad entre las 2 y 4 horas después de que su humano se va. ¿La razón? Nuestro perro echa en falta la compañía, sobre todo si el vínculo con nosotros es muy estrecho.
Aunque muchos ya lo intuíamos, el canal de YouTube Veterinario Gratis explica que ahora lo han confirmado científicamente las universidades de Pisa y Perugia: dedicar entre 1 y 2 minutos a acariciar a tu perro antes de salir reduce significativamente su ansiedad. Este sencillo gesto estimula la liberación de endorfinas, ayudando a que el animal se quede más tranquilo y relajado.

Haz que cada despedida sea más llevadera para tu perro con este sencillo hábito diario
¿Cómo hacerlo correctamente?
No se trata de una despedida dramática ni de abrazos intensos. Simplemente acaricia a tu perro en zonas que le gusten —como el lomo, el mentón o detrás de las orejas— y háblale con normalidad: “Me voy, pero vuelvo pronto”. Aunque no lo parezca, tu perro entiende parte de tu tono, gestos y rutina. Evita zonas como la cola o las patas, que pueden ser más sensibles o incómodas para él.
Para que la despedida sea menos traumática, tal como explican en Veterinario Gratis, es útil practicar 'idas y venidas' sin demasiada importancia. También es ideal sacar a pasear al perro antes de salir, para que libere energía. Otra buena ayuda puede ser dejarle un Kong con comida o prepararle un rincón de descanso cómodo y tranquilo.
Un pequeño gesto con mucho poder. No hace falta cambiar tu vida: solo añadir unos segundos de cariño consciente antes de salir. Tu perro lo agradecerá… y tus vecinos también.