“Con el buen tiempo, las protectoras empezamos a recibir correos de gente que se inventa excusas para abandonar a su perro; no tienen paciencia y se lo quieren sacar de encima a la primera de cambio”
Sociedad
En España, las protectoras recogen cada año a casi 300.000 perros abandonados, una cifra que aumenta durante los meses de las vacaciones de verano
Mireia Segarra y Bàrbara Gómez de Segura, responsables de dos protectoras, reflexionan sobre la irresponsabilidad de los tutores y la falta de recursos por parte de las administraciones públicas
Mireia Segarra es la vicepresidenta de la Protectora d’Animals de Tàrrega.
En los meses de verano observamos, impotentes y desarmados, como tantas protectoras de animales luchan para buscar soluciones al aumento de mascotas abandonadas. Lo cierto es que se trata de un fenómeno generalizado: según el Estudio de Abandono y Adopción de la Fundación Affinity, son recogidos 33 perros cada hora, y 800 en un solo día, lo que suma un total de 24.335 perros cada mes. Y la cifra resultante anual es escandalosa: más de 292.018 perros han sido recogidos por protectoras en España durante el año 2024.
“Lo notamos mucho, y es lamentable, cada verano se abandona a una gran cantidad de perros. En este tiempo estival la gente se toma las vacaciones en junio, julio o agosto, por lo tanto, se trata de tres largos meses repletos de abandonos de perros, y claro, llenos de excusas”, explica Mireia Segarra, vicepresidenta de la Protectora d’Animals de Tàrrega (Lleida).
No entiendo qué le pasa por la cabeza a la gente que en vacaciones se quiere sacar a su perro de encima, no han hecho una reflexión previa
Excusas como, por ejemplo, que ya no pueden tener a su perro porque alguien en la familia tiene alergias o porque se mudan a otro piso, que trabajan más horas, que el casero no quiere perros o que el animal ha crecido demasiado. “En verano pasan muchas más cosas que durante el resto del año”, ironiza Mireia, y denuncia que nadie abandona a su perro en una protectora de animales diciendo la verdad.
La protectora de Tàrrega es comarcal, y los perros que les llegan lo hacen a través de agentes rurales, policía local o convenios con ayuntamientos cercanos, siempre de la comarca del Urgell. Mireia confiesa que no puede entender que exista este fenómeno. “No entiendo qué le pasa por la cabeza a la gente que en vacaciones se quiere sacar a su perro de encima. No han hecho una reflexión previa, sencillamente pensando en la responsabilidad lógica que conlleva tener un perro; se trata de responsabilizarse de las decisiones que tomamos en cada momento”.
Bàrbara Gómez de Segura es la cofundadora y presidenta de la Protectora Amics dels Animals de la Noguera.
Lo mismo opina Bàrbara Gómez de Segura, cofundadora y presidenta de la Protectora Amics dels Animals de la Noguera (Lleida). Todo empezó hace ya 23 años, casi la mitad de su vida. “Ahora tenemos más de cien perros en nuestra protectora, es terrible constatar como tanta gente, cada vez más, se está volviendo cómoda. No son capaces de tener la paciencia necesaria para educar al perro con el que conviven, ¡es alucinante! Se quieren sacar al perro de encima a la mínima de cambio”.
La protectora que gestiona empieza a despuntar con la llegada del buen tiempo, cuando empiezan a recibir correos de gente que busca argumentos peregrinos para entregarles a su perro. “Se inventan mil argumentos para poder entregar su perro a la protectora”, explica Bàrbara, y critica que hay una inacción absoluta por parte de la administración.
Nuestra protectora está teniendo tantas entradas de perros que ya estamos casi a punto de no poder absorber más animales
“Nosotros somos entidades privadas y tenemos toda la responsabilidad sobre nuestras espaldas. Nuestra protectora está teniendo tantas entradas de perros que ya estamos casi a punto de no poder absorber más animales. Y el sector público se empieza a preocupar porque no saben como va a poderse gestionar esta difícil situación límite”, dice.
La Fundación Affinity da acceso a datos esenciales y muy reveladores que ilustran sobre cómo evolucionan las diversas problemáticas de los animales en nuestro país y cuál es la tendencia existente sobre las causas y los patrones de esta problemática. Y, como intentan demostrar proyectos como los de Bárbara y Mireia, se trata de un lastre que la sociedad actual debería ser capaz de resolver, tanto desde las administraciones públicas como desde las iniciativas privadas, aunque estas últimas muchas veces no gozan de los recursos necesarios para revertir la situación.