“Muchos propietarios de pisos siguen prohibiendo las mascotas, aunque estén cuidadas y no generen problemas”: la odisea de encontrar un alquiler pet-friendly

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Uno de los principales argumentos de los propietarios para rechazar a los inquilinos con mascotas es el miedo a los daños que puedan causar los animales

Conseguir un piso de alquiler pet-friendly se ha convertido en una batalla complicada.

Conseguir un piso de alquiler pet-friendly se ha convertido en una batalla complicada.

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Buscar un piso de alquiler hoy en día en Catalunya se ha convertido en una verdadera odisea. La crisis de la vivienda ha dejado un panorama complicado: menos oferta, menos contratos firmados, y unos precios que, aunque en algunas zonas reguladas han dado un pequeño respiro, siguen siendo inalcanzables para la mayoría. Pero, si además de todo esto, tienes un animal de compañía, la misión se vuelve prácticamente imposible.

En España, apenas el 6,8% de los pisos en alquiler son pet-friendly, y en Catalunya, la cifra asciende al 9,12%, a pesar de ser una de las comunidades con mayor número de perros. Las cifras son aún peores en muchas otras regiones: en Galicia, las viviendas que permiten mascotas suponen el 22,52%, en Canarias el 13,18%, y en Baleares el 12,50%. Sin embargo, en otras comunidades como La Rioja, Navarra o Aragón, donde la aceptación de animales cae por debajo del 1%, las opciones son casi inexistentes. Son datos de un estudio realizado por Spotahome, la plataforma online líder en alquiler de pisos y habitaciones a medio y largo plazo, que revela cómo la falta de alternativas pet-friendly es un problema real para miles de personas con mascotas en busca de hogar.

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Este panorama se encuentra en contradicción con el crecimiento de la población animal en los hogares españoles. Actualmente, hay más de 30 millones de animales de compañía en España, siendo los perros y gatos los más comunes. De hecho, el 61% de los hogares ya conviven con uno o más animales, lo que refleja un claro cambio demográfico. En el caso concreto de Catalunya, más de 9 millones de perros y 5,8 millones de gatos. Este fenómeno ha cambiado las prioridades de búsqueda de vivienda, y para muchas personas, la aceptación de sus mascotas es tan importante como el precio o ubicación.  

Sin embargo, a pesar de este creciente número de personas que buscan viviendas que acepten animales, la situación sigue siendo difícil. En Spotahome afirman que entre 10.000 y 20.000 usuarios mensuales utilizan activamente el filtro de “animales permitidos”. Pero la realidad del mercado es que, según una encuesta, el 99% de los encuestados cree que sería complicado encontrar un piso que acepte a su mascota.

El miedo a los daños y las molestias

Uno de los principales argumentos de los propietarios para rechazar a los inquilinos con mascotas es el miedo a los daños que puedan causar los animales: arañazos, olores, o muebles deteriorados. Además, existe la preocupación por los ruidos o molestias a la comunidad, como los ladridos o las incidencias en las zonas comunes (escaleras, ascensores, patios).

Sergi Llagostera, presidente de la Asociación de Propietarios de Catalunya, explica para La Vanguardia que “en general, hay tolerancia a tener mascotas en las viviendas de alquiler”, aunque reconoce que “en determinados casos se restringe su presencia para evitar que el mobiliario de la vivienda pueda resultar dañado por la acción del animal”. Añade que “la mayoría de los casos que generan conflicto suelen implicar perros o gatos, que son las mascotas más comunes” y que, aunque hay propietarios que prohíben expresamente su presencia, “si las mascotas están bien cuidadas y no generan problemas, la gente en general es tolerante”.

Piso alquiler mascotas

En España, apenas el 6,8% de los pisos en alquiler son pet-friendly, y en Catalunya, la cifra asciende al 9,12%, a pesar de ser una de las comunidades con mayor número de perros. 

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Llagostera también apunta que existen restricciones específicas en algunas comunidades de vecinos, “por temas de limpieza o de uso del ascensor comunitario”, mientras que en otras “hay carta blanca y no se ponen trabas, siempre que los animales estén bien educados”. No obstante, admite que “por precaución, algunos propietarios prefieren no arriesgarse, sobre todo en alquileres de temporada o viviendas amuebladas, para preservar el estado del mobiliario”.

Sin embargo, esta percepción de riesgo está siendo cuestionada por los propios inquilinos. De acuerdo con los datos de Spotahome, el 72% de los encuestados considera que los niños son más propensos que los animales a causar desperfectos en una vivienda, lo que hace que la penalización hacia las mascotas les parezca “aleatoria e injusta”. Este sentimiento refleja un cambio en la mentalidad social y una mayor aceptación de los animales como parte integral de la familia.

En general, hay tolerancia a tener mascotas en las viviendas de alquiler

Sergi LlagosteraPresidente de la Asociación de Propietarios de Catalunya

En este sentido, el sector inmobiliario parece estar empezando a adaptarse. Según el equipo de Spotahome, se están implementando planes de cobertura innovadores, como los planes “Plus” o “All In”, que protegen a los propietarios de posibles daños sin añadir una carga económica extra a los inquilinos. Además, se ha observado que los propietarios que sí aceptan animales tienden a no solicitar una fianza adicional, lo que facilita la inclusión de los animales de compañía en el mercado del alquiler.

El mercado inmobiliario en Barcelona: realidades y tendencias

La situación en Barcelona refleja esta misma tensión entre oferta limitada y demanda creciente de viviendas pet-friendly. Desde la inmobiliaria Loca Barcelona señalan que apenas un 30% de los pisos de alquiler en la ciudad aceptan animales, especialmente perros, una cifra todavía baja si se tiene en cuenta el aumento de familias con mascotas.

A pesar de ello, explican que no se han observado más restricciones en los últimos años; la tendencia se mantiene estable, aunque persiste cierta prudencia por parte de los propietarios. Los motivos que alegan suelen ser similares a los del resto del país: miedo a posibles daños en el inmueble —como arañazos, olores o deterioro del mobiliario— y preocupación por molestias a la comunidad, como ruidos o incidencias en zonas comunes.

Aproximadamente un 30 % de los pisos en alquiler aceptan animales, en particular perros

Loca BarcelonaInmobiliaria 

Esta realidad condiciona las decisiones de miles de inquilinos. Desde la agencia confirman que muchas personas descartan de inmediato las viviendas donde no se permiten animales, y que una persona con perro puede tardar el doble en encontrar piso en comparación con alguien sin mascota, debido a la menor oferta disponible. En cuanto a la distribución territorial, señalan que es más fácil encontrar viviendas pet-friendly en zonas periféricas o menos céntricas, donde las propiedades suelen ser más amplias y los propietarios tienden a ser más flexibles.

En lo referente a las condiciones económicas, desde Loca Barcelona aseguran que no suele exigirse una fianza adicional por tener mascotas, aunque en algunos casos se piden garantías de responsabilidad. Asimismo, remarcan que aceptar animales no suele encarecer los precios ni retrasar el cierre de los contratos, siempre que el resto de requisitos del inquilino sean adecuados.

La legislación actual y los derechos de los inquilinos

A pesar de que la legislación española sobre arrendamientos de vivienda no establece normas específicas sobre las mascotas en los arrendamientos, el abogado especializado en derecho inmobiliario Alberto Sánchez Alcázar aclara a La Vanguardia que “ni la ley de arrendamientos urbanos, ni el código civil ni la ley de bienestar animal (ni ninguna otra) se pronuncian sobre las mascotas en los arrendamientos de vivienda”. 

En este contexto, lo que prevalece es el principio general del artículo 4.2 de la LAU, que establece que “los arrendamientos de vivienda se regirán por los pactos, cláusulas y condiciones determinados por la voluntad de las partes”, y que se complementa con lo dispuesto en el artículo 1255 del Código Civil, que dice que “los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público”. Esto implica que, en ausencia de una normativa específica, inquilinos y propietarios tienen libertad para acordar lo que deseen en sus contratos, siempre que no contravengan ninguna disposición legal.

Se dan tres situaciones en los contratos de alquiler: prohibición total de mascotas, no hacer referencia a ellas, o permisión de una mascota en concreta, donde se pedirán datos identificativos

Alberto Sánchez AlcázarAbogado especialista en derecho inmobiliario

En la práctica, el abogado explica que se dan principalmente tres situaciones en los contratos de alquiler: prohibición total de mascotas, no hacer referencia a ellas, o permisión de una mascota en concreta, donde se pedirán datos identificativos. 

Si un contrato prohíbe expresamente las mascotas y el inquilino decide tener una, Sánchez Alcázar advierte que “incumplir el contrato NUNCA es una buena idea”. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), en su artículo 27.1, establece que “el incumplimiento por cualquiera de las partes de las obligaciones resultantes del contrato dará derecho a la parte que hubiere cumplido las suyas a exigir el cumplimiento de la obligación o a promover la resolución del contrato”. Esto significa que, si el inquilino incumple una cláusula que prohíbe tener mascotas, el propietario tiene derecho a rescindir el contrato de alquiler o exigir que la mascota se retire.

Piso alquiler mascotas

Desde la inmobiliaria Loca Barcelona señalan que apenas un 30% de los pisos de alquiler en la ciudad aceptan animales. 

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Desde un punto de vista práctico, Sánchez Alcázar recomienda “honestidad y claridad en el contrato”. Si un inquilino tiene mascotas, es mejor que se lo comunique al propietario desde el principio. Y si un propietario va a alquilar a una familia con animales, es conveniente que “refleje en el contrato si se permite la entrada de más mascotas o solo de esa”. 

El abogado insiste en que “si no se señala que se tiene un animal, luego pueden venir los reproches, la mala relación inquilino-propietario y los posibles problemas”. Además, recomienda siempre tener un “reportaje fotográfico o vídeo de la vivienda el día de la entrada de la familia en la vivienda, se podría demostrar cualquier daño que haya ocasionado un animal y reclamárselo íntegramente al dueño”.

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