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Julia Navarro y su nuevo libro a su perro Argos: “Su muerte me impactó y me dolió de una manera tan profunda que escribir se convirtió en una forma de racionalizar ese dolor”

'Cuando ellos se van'

Mucho más que un libro sobre la pérdida, 'Cuando ellos se van' es el emotivo homenaje que Julia Navarro rinde —a través de la Literatura, el Arte, el Cine y la Historia— a esos generosos compañeros que nos cuidan, quieren y protegen durante toda su vida

Julina Navarro junto a su perra Barbie.

Juan Manuel Fernández

Amigos inseparables, fieles e inteligentes, los perros son parte de la familia. Hay quienes los consideran hijos, compañeros, amigos o hermanos, pero sea como sea, se han ganado un lugar en el corazón de quienes han tenido la suerte de convivir con uno. Nos acompañan día a día y su forma de tratarnos es una lección constante de todo lo que merece la pena ser aprendido. Ese extraordinario vínculo nos acompaña desde los primeros relatos humanos, mucho antes de que Ulises, al alcanzar por fin las costas de Ítaca tras largos años de viaje, fuera reconocido únicamente por su fiel amigo Argos, que lo esperó sin olvidarlo hasta su último aliento.

Y Argos es, precisamente, la razón del nuevo libro de Julia Navarro, Cuando ellos se van (Plaza & Janes), considerado por algunos el más personal desde Una historia compartida. Un relato nacido del duelo por la muerte de su pastor alemán, que la acompañó durante trece años. Un libro que es memoria, ensayo y manifiesto al mismo tiempo, en el que la autora reivindica el extraordinario lazo que une a animales y seres humanos desde tiempos remotos.

Cuando se muere un perro, se muere también una parte del hogar. ¿Cómo se sobrevive a ese silencio?

En mi casa siempre ha habido perros. No ha habido un solo momento de mi vida en el que no haya estado acompañada por ellos. Para mí son compañeros de vida. No me gusta referirme a ellos como mascotas, sino como compañeros que te acompañan en todos los tramos de la vida. La muerte de mis perros siempre me ha dejado un vacío enorme. No hay nadie que te reciba mejor cuando llegas a casa que ellos. Por mucha alegría que les dé a tus padres, a tu pareja o a tus hijos verte llegar, quienes mejor te reciben son tus perros. Cuando regresas es… no sé, conmovedor.

Si este libro puede ser una puerta abierta para conocer realmente cómo son los perros, pues bienvenido sea

News CorrespondentPeriodista y escritora española

Julia Navarro presenta 'Cuando ellos se van'

Juan Manuel Fernández

¿En qué momento se dio cuenta de que escribir era la forma de seguir con Argos?

Él muere en mis brazos. Estábamos abrazados cuando se fue. Era la primera vez que vivía algo así. No supe gestionar emocionalmente su muerte; me dejó desolada. Los últimos días los pasamos en la clínica buscando una solución, pero él ya estaba tetrapléjico: no se podía mover, no comía, no bebía… Fueron días horribles, y su muerte fue absolutamente demoledora para mí. 

No sabía cómo manejar ese dolor y recurrí a la escritura. No quería escribir solo sobre mi sufrimiento, sino aprovechar para contar que los perros no están ahí para divertirnos; que acompañan a los seres humanos desde el principio de los tiempos, que forman parte de nuestra vida, que nos acompañan y que son los amigos más leales e incondicionales que uno puede encontrar. Así surgió la historia.

Hay duelos que se escriben y otros que se callan. ¿Qué parte del suyo necesitaba ser contada, y cuál prefirió guardar solo para usted?

Realmente no sé ni qué necesitaba. Estaba tan desolada... Me impresionó muchísimo que muriera entre mis brazos, con su cara apoyada en mi cuello mientras yo lo acariciaba… Su muerte me impactó tanto y me dolió de una manera tan profunda que escribir se convirtió, creo, en una forma de intentar racionalizar ese dolor.

¿Le sorprendió descubrir algo de sí misma mientras escribía sobre Argos?

He vuelto a descubrir lo importante que son estos amigos leales, que te lo dan todo a cambio de nada. No hay ser más fiel que un perro. 

No sabía cómo manejar ese dolor y recurrí a la escritura. No quería escribir solo sobre mi sufrimiento, sino aprovechar para contar que los perros no están ahí para divertirnos

News CorrespondentPeriodista y escritora española

Suele escribir sobre la condición humana, el poder, la historia… ¿Qué le enseñó escribir sobre los animales que no le enseñó escribir sobre las personas?

En primer lugar, como te decía, que son leales. Y, a su vez, que es muy necesaria una educación en el respeto hacia los animales. Creo que en los colegios es fundamental enseñar a los niños que no son juguetes, sino seres sintientes que no han venido para divertirnos, sino para ser compañeros de vida. 

Este libro respira emoción pero también cultura: Homero, el arte, el cine… ¿Qué le atrajo de esa mezcla entre lo íntimo y lo universal?

A mí nunca me gusta hablar de mí misma. En este caso, el desencadenante es la muerte de Argos, pero yo quería contar algo más, algo que pudiera resultar útil para los lectores. Y ese “algo” es la historia de los perros junto a los seres humanos. Es una historia que arranca en los albores de la humanidad: siempre nos hablan de bisontes o ciervos, pero en muchas cuevas prehistóricas aparecen figuras de perros.

 La mitología griega también está llena de leyendas en las que están presentes.  Y en el Avesta, el libro sagrado de los antiguos persas, hay incluso un manual sobre cómo tratarlos y una advertencia contra el maltrato animal que dice que quien lo cometa jamás entrará en el cielo. He querido hacer ese recordatorio para que todos entiendan que llevamos miles de años caminando juntos.

Si los persas creían que los perros iban al cielo y estaban allí con los hombres, yo quiero creer que Argo y yo nos volveremos encontrar

News CorrespondentPeriodista y escritora española

¿Cree que la forma en que tratamos a los animales revela quiénes somos como sociedad?

Creo que el grado de civilización de una sociedad también pasa por cómo trata a los animales. En España suspendemos. Hace falta educación, sobre todo en los colegios, sobre el respeto hacia ellos, pero también entre los adultos. No sé exactamente qué significamos para ellos; se lo preguntaría a Barbie y seguramente me miraría con esos enormes ojos, inclinaría la cabeza y la volvería a levantar para decirme que me quiere.

Julia Navarro con Argos. 

Cedida
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¿Qué emoción le gustaría que acompañara al lector cuando cierre la última página?

Si han tenido perros, pienso que entenderán la emoción que yo siento. Pero, si nunca los han tenido, me gustaría que cambiaran su mirada sobre ellos: que este libro les sirva para acercarse, para verlos de otra manera. Hace unos días me llamó una amiga para decirme que le había impresionado mucho la escena que cuento del regreso de Ulises a Ítaca: su perro es el único que lo reconoce después de tantos años y el único que lo ha estado esperando para despedirse y morir. Creo que quien no se emocione con esa escena no tiene corazón; incluso a mi amiga, que no tiene perros, le pasó. Se sintió muy conmovida. Si este libro puede ser una puerta abierta para conocer realmente cómo son los perros, pues bienvenido sea.

Si pudiera dedicarle una última frase a Argos dentro del libro, ¿cuál sería?

Nos volveremos a encontrar. Si los persas creían que los perros iban al cielo y estaban allí con los hombres, yo quiero creer que nos volveremos encontrar. Desde luego, si el cielo existe, tiene que estará allí por noble y bueno.

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