El vínculo con perros y gatos, un apoyo para sobrellevar el duelo en Navidad: “No sustituyen el vacío, pero amortiguan la soledad”
Soledad
Según el Barómetro de la soledad no deseada en España, 1 de cada 10 españoles vincula el sentimiento de soledad con haber dejado de convivir con quienes antes compartía hogar
Perro
La Navidad suele ser una época asociada a la celebración, los encuentros y la alegría compartida. Sin embargo, también puede convertirse en un periodo emocionalmente complejo para muchas personas. Las tradiciones familiares, los recuerdos del pasado o pequeños detalles del día a día pueden intensificar la sensación de ausencia y hacer más visible el vacío que dejan quienes ya no están. Por ello, no es extraño que estas fechas se vivan entre la ilusión propia de las fiestas y una nostalgia a veces difícil de esquivar. En este escenario, Fundación Affinity pone el foco en la importancia del vínculo con los animales de compañía como apoyo emocional, especialmente en momentos de duelo o soledad.
Durante la Navidad, cuando las emociones se amplifican y la presión social por “disfrutar” puede resultar agobiante, la convivencia con perros y gatos se convierte para muchas personas en una fuente de calma, estabilidad y acompañamiento. Según el Barómetro de la soledad no deseada en España, una de cada diez personas asocia el sentimiento de soledad con haber dejado de convivir con alguien con quien antes compartía hogar. Y es que, en una fechas en la que las ausencias familiares se hacen más presentes y reactivan emociones difíciles de gestionar, los animales de compañía actúan como un sostén emocional que ayuda a amortiguar la falta de vínculos humanos y a mantener rutinas que aportan seguridad.
Son muchos los beneficios físicos y emocionales de vivir con un animal.
Loreto Sánchez, psicóloga sanitaria colaboradora de la Fundación Affinity, explica que “en Navidad, muchas personas sienten con más fuerza la ausencia de quienes ya no están. Los animales no sustituyen ese vacío, pero sí ofrecen algo muy valioso: una presencia tranquila que acompaña sin pedir nada a cambio”. Según la experta, los animales siempre están ahí cuando la tristeza aparece y sostienen lo que cuesta decir en voz alta, ayudándonos incluso a encontrar calma en lo cotidiano. “Ese gesto tan simple de estar puede marcar una gran diferencia en cómo vivimos esos días señalados”.
Esta idea también se ve respaldada por distintos estudios, como 'Pet ownership, loneliness, and social isolation: a systematic Review', que señala el papel de los perros y los gatos como fuente de apoyo emocional en momentos de tristeza, aportando compañía y estabilidad sin reemplazar los vínculos perdidos, y ayudando a reducir el aislamiento social.
Los animales no sustituyen el vacío de quienes ya no están, pero sí ofrecen algo muy valioso: presencia tranquila
“La soledad no disminuye con un animal de compañía. Lo que realmente ayuda a reducir esa sensación es el vínculo real que se establece entre la persona y su perro o gato, especialmente en periodos donde cambian los hábitos sociales como puede ser la Navidad”, asegura el Dr. Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona. Además, apunta que las rutinas, los cuidados o las oportunidades de interacción que se generan, como puede ocurrir durante los paseos, “aportan sensación de acompañamiento, lo que ayuda a moderar el aislamiento y amortiguar la soledad”.
Por su parte, Alberto Soler, psicólogo sanitario colaborador de la Fundación Affinity, afirma que “apoyarnos en el vínculo con nuestros animales para sobrellevar los retos emocionales tiene todo el sentido”. Soler ha preguntado a su comunidad en Instagram de más de 600.000 seguidores sobre este hecho, y el 76% nota más la ausencia de quienes no están en estas fechas y el 93% siente que el tener un animal que le espera al llegar a casa le ayuda a sentirse menos solo. “De hecho, el vínculo con los animales es algo que siempre ha acompañado a los seres humanos y que contribuye a nuestro bienestar emocional”, asegura. Según esta encuesta, el 67% de las personas cuenta sus problemas a sus perros o gatos. “¿Por qué lo hacen aunque sepan que no les van a entender? Porque expresar nuestras preocupaciones en voz alta ante alguien que escucha y no juzga ayuda a enfocarlos mejor, llegar a soluciones y sentirnos menos sobrepasados”, asegura.
La soledad no disminuye con un animal de compañía. Lo que realmente ayuda a reducir esa sensación es el vínculo real que se establece entre la persona y su perro o gato
Más allá de los datos, hay experiencias personales que reflejan de forma clara el impacto emocional que puede tener la convivencia con un animal en momentos especialmente delicados. Una de las personas que conoce de cerca el poder que tienen los animales como apoyo psicológico en momentos difíciles es Carmen Loarce, que perdió a su madre en 2017 después de una larga enfermedad y que vio como tan solo ocho meses después fallecía también su perro Pícolo, con quien convivió durante 17 años.
“Aquellas Navidades fueron las más tristes de mi vida. Pensaba que no saldría nunca de aquel pozo. Pero entonces llegó nuestro perro Pistacho, quien vino a darle alegría a mi vida y a la de mi marido. Recuerdo con mucho cariño las primeras Navidades que pasamos con él. Nos hizo recuperar la ilusión: volvimos a decorar la casa, comprar regalos, organizar comidas… De esto hace ya siete años y cada vez vivimos estas fechas con más intensidad y alegría”, declara Carmen, que concluye: “Puedo decir que gracias a él volvemos a vivir la Navidad como antes”.