Lynn Calder, directora de Ineos Automotive, habla de la transición a los coches eléctricos: “Vivimos en un mundo donde la política define lo que la gente debería comprar, y la gente no lo quiere”
¿Dónde hay una electrolinera?
Otro fabricante de automóviles alza la voz en contra de la dirección única de la llamada ‘Agenda 2030’
La curiosa historia para dar vida a un coche que apunta maneras de mito: Ineos Grenadier

Fotocomposición con la directora ejecutiva de Ineos Automotive, Lynn Calder, y el Ineos Grenadier
En un mundo futuro en el que no habrá -supuestamente- cabida para los coches gasolina y mucho menos para los diesel, muchas marcas se resisten a que les pille el toro y suplican por una legislación más laxa. No hablamos ya de grandes fabricantes como Stellantis, Renault o Mercedes, sino también compañías más pequeñas como la que nos toca a continuación, Ineos. Y no hablamos del equipo ciclista, sino de su división de automóviles: Ineos Automotive, que se dedica a la fabricación de todoterrenos, intentando recuperar el estilo de los Land Rover Defender ‘clásicos’ con el Ineos Grenadier. Su directora ejecutiva, Lynn Calder, participó hace poco en el foro Future of the Car y se mostró bastante descontenta y combativa con las políticas restrictivas sobre el automóvil: “Vivimos en un mundo donde la política define lo que la gente debería comprar. Y la gente no lo quiere”, clamó la directiva.
Su participación en la cumbre la recogió el portal especializado británico Top Gear. Y no tiene desperdicio, cargando contra la única vía abierta que deja la regulación: “Los compradores necesitan opciones. Y el marco político vigente está diseñado intrínsecamente para no ofrecer más que una tecnología”. Habla, sin nombrarlo, del coche eléctrico: “La industria está de rodillas. El año pasado se invirtieron 4.500 millones de libras en Reino Unido para que los compradores se interesaran por los coches eléctricos. Hemos perdido de vista al cliente”, denunció Calder.

Para la ejecutiva de Ineos, el coche eléctrico no es una opción para su empresa. Desde sus inicios apostó por térmicos e híbridos para moverse por la campiña inglesa, lejos de cualquier electrolinera o punto de carga: “La electrificación siempre tendrá su lugar, pero no debe ser una solución de una sola tecnología. Quienes compran un coche eléctrico se encuentran en ciudades con capacidad de carga. Pero fuera de ellas no hay una inversión real en infraestructura, ni incentivos reales para optar por la electrificación”, remarcaba la directiva británica.
A pesar de todo, Lynn Calder es moderadamente optimista cuando se le pregunta por los plazos marcados de 2030 y 2035 para el fin de los combustibles fósiles: “Creo que los venderemos durante más tiempo. Solo quiero que nos lo digan hoy, no dentro de 10 años. Esta no es una industria que pueda sobrevivir con decisiones de última hora; es una industria que necesita claridad”, concedía la ejecutiva de Ineos.
Mientras tanto, Ineos sigue con las ventas de su Grenadier en Europa intentando distraer la atención sobre nuevos proyectos. Como por ejemplo el Ineos Fusilier, un todoterreno más pequeño que el Grenadier que actualmente está en suspenso: “Está pausado, no cancelado. Pero si lanzamos el Fusilier en 2027 o 2028, tendremos un ciclo de ventas en Europa y Reino Unido de seis o siete años máximo. Y eso no es un argumento comercial viable”, sentenció Lynn Calder.