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Núria Casanovas, psicóloga: “El estrés y la fatiga pueden hacer que el cerebro entre en piloto automático y se olviden cosas tan importantes como un niño en el coche”

Entrevista 

La psicóloga Nuria Casanovas explica que un simple cambio en la rutina puede hacer que el cerebro “olvide” que el niño sigue en el coche

La psicóloga Nuria Casanovas explica que un simple cambio en la rutina puede hacer que el cerebro “olvide” que el niño sigue en el coche

La tragedia ocurrida recientemente en Valls (Tarragona), donde un niño de dos años falleció tras ser olvidado por su padre dentro de un vehículo, ha vuelto a poner sobre la mesa un problema que, aunque parece inimaginable, se repite en distintos sitios y circunstancias. Este fenómeno, conocido como síndrome del niño olvidado, es objeto de estudio por la neurociencia y la psicología, que señalan una serie de factores que pueden provocar que un adulto, en situaciones de estrés o fatiga, pierda de vista a su propio hijo.

Se trata de una situación que, por improbable que parezca, tiene explicación desde el punto de vista cognitivo. Núria Casanovas, psicóloga especializada en infancia, adolescencia y familias, y vicepresidenta de la Secció de Psicologia de la Intervenció Social del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya, explica que en determinadas situaciones el cerebro puede entrar en 'piloto automático' y omitir acciones importantes sin que exista ninguna intención ni negligencia consciente por parte del adulto.

Colocar un objeto personal en el asiento de detrás puede servir de recordatorio para asegurarnos de que el niño no se quede dentro del coche 
Colocar un objeto personal en el asiento de detrás puede servir de recordatorio para asegurarnos de que el niño no se quede dentro del coche Getty Images/iStockphoto

¿De verdad es posible olvidarse a un niño pequeño dentro del coche?

Aunque parezca surrealista o imposible, sí. Ha ocurrido más de una vez y, por desgracia, no es tan raro. Hay casos que no trascienden porque, afortunadamente, alguien se da cuenta a tiempo y no llega a pasar una desgracia. Es lo que se conoce como síndrome del niño olvidado. Desde la neurociencia y la psicología sabemos que hay varios factores que pueden llevar al cerebro a borrar algo tan evidente.

¿Qué factores influyen?

El estrés, la fatiga, la falta de sueño… Son situaciones que se dan con frecuencia, sobre todo cuando se combinan responsabilidades laborales, tareas domésticas e hijos pequeños. A veces el cerebro está tan saturado que funciona en modo automático y eso nos hace estar más despistados.

No es una negligencia consciente, sino un error humano grave que puede ocurrir por distracción o cambio de rutina”

Núria Casanovas

Núria Casanovas

Psicóloga especializada en infancia, adolescencia y familias

¿Qué significa exactamente ese ‘modo automático’?

Es ese estado en el que actuamos sin pensar demasiado. A todos nos ha pasado alguna vez: llegar a un sitio sin recordar cómo. O como cuando respiramos, que no necesitamos pensarlo. Pues con las rutinas pasa lo mismo. Si hay un cambio -por ejemplo, que el padre lleve al niño a la guardería cuando normalmente lo hace la madre-, el cerebro puede seguir el trayecto habitual y olvidarse de que el niño va en el coche, especialmente si está dormido y no se le oye.

¿Y si esa persona sí suele hacer ese trayecto con el niño?

También puede ocurrir. A veces, si estás pensando en otra cosa o tienes una distracción, el cerebro ‘sustituye’ ese recuerdo. Da por hecho que ya has hecho lo que tocaba. Y como no hay ningún elemento que te active una alarma, te quedas con la sensación de que lo has hecho, aunque no sea así.

La fatiga y el estrés pueden hacer que el cerebro actúe en piloto automático y olvide incluso lo más importante 
La fatiga y el estrés pueden hacer que el cerebro actúe en piloto automático y olvide incluso lo más importante Getty Images

¿Eso se considera negligencia?

Desde el punto de vista psicológico, no. No es una negligencia consciente ni una omisión voluntaria. Es un error humano muy grave, pero no intencionado. Es muy distinto a dejar a propósito a un niño en el coche. Aquí hablamos de algo involuntario, y por eso no se puede prevenir como una negligencia normal.

Las consecuencias emocionales deben de ser muy duras…

Mucho. No se trata solo de una pérdida devastadora, sino del trauma de sentirte responsable. Muchas personas entran en una depresión profunda, con pensamientos muy oscuros, incluso ideas suicidas. Por eso es imprescindible un acompañamiento psicológico especializado.

Para no olvidarnos un niño en el coche, deberíamos coger el hábito de mirar los asientos traseros antes de irnos; dejar el bolso allí puede ayudar”

Núria Casanovas

Núria Casanovas

Psicóloga especializada en infancia, adolescencia y familias

¿Y qué se puede hacer para prevenirlo?

Lo más importante es estar presentes. En psicología lo llamamos atención plena: ser conscientes de lo que hacemos. Igual que revisamos si hemos cerrado el grifo antes de salir de casa, también deberíamos adquirir el hábito de mirar siempre los asientos traseros del coche antes de marcharnos. Ese simple gesto puede evitar una tragedia.

¿Qué tipo de estrategias pueden ayudar en el día a día?

Una buena medida es utilizar recordatorios visuales. Por ejemplo, dejar el bolso o el móvil en el asiento trasero junto al niño, pero su eficacia depende del perfil de cada persona. Si se trata de alguien que habitualmente presta poca atención a los detalles o tiende a ir distraído, quizás no sea suficiente. En cambio, en situaciones menos habituales -cuando no es el adulto que normalmente lleva al niño o hay un cambio en la rutina-, ese tipo de recordatorio puede resultar muy efectivo.

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