La DGT alerta de los errores de prioridad que los conductores cometen al circular por las rotondas y pueden provocar una colisión
Normativa
Solo hay una manera de salir de una glorieta y si lo haces mal, el accidente puede ser inevitable
Miniglorietas, turboglorietas, glorietas partidas, semaforizadas... ¿Sabes cómo circular por ellas?

En el acceso a una rotonda hay que ceder el paso a los coches que circulan dentro
Circular por una rotonda puede ser una experiencia de lo más frustrante y estresante: coches que se cruzan, intermitentes que aparecen y desaparecen, vehículo pesados, conductores cara duras... Para todos, la DGT se esfuerza una y otra vez en recordarnos cómo hay que entrar y salir de una glorieta con el objetivo de evitar accidentes.

Las glorietas se idearon como una alternativa a los cruces más segura y ágil con la que prevenir accidentes y facilitar la circulación. Pero de nada sirve una buena intención si al final cada uno creamos nuestra propia ley al entrar en una rotonda. Así que, antes de nada, recordemos cómo hay que aproximarse a una rotonda. Lo primero es ir observando a nuestra izquierda con el objetivo de anticiparnos. Reducimos la velocidad pendientes de la señalización, el tráfico y las circunstancias de la vía. Nunca hay que entrar en la rotonda sin estar seguros de que no hay peligro.
Una vez llegados a la rotonda, la DGT advierte que “en todo momento, hay que tener en mente la principal norma en las glorietas: la prioridad es de los vehículos que circulan dentro. Ceda siempre el paso, incluso deteniendo su vehículo si fuera necesario”. Puede haber situaciones en las que la visibilidad no sea lo mejor, por lo que pararse antes de entrar es imprescindible. Y lo más importante: “Es obligatorio acceder desde el carril derecho siempre que esté libre y sea posible”, recuerdan desde la DGT. Y entonces, ¿para qué está el carril izquierdo o interior? Ahora te lo explicamos.
La DGT aclara que “en las glorietas situadas dentro de zonas urbanas, tendremos permitido circular utilizando el carril que más convenga a nuestro destino aunque, si vamos a abandonar la glorieta por las primeras salidas, la opción más recomendable será usar el carril exterior”. O dicho de otro modo, si vas a tomar la primera o segunda salida, la manera adecuada de trazar la rotonda es por el carril derecho.
Dentro de la rotonda
Circula por el carril exterior siempre que esté libre y utiliza los restantes para adelantar
Ahora bien, si nuestro destino está en las últimas salidas o vamos a cambiar de dirección, la cosa cambia: “El carril exterior puede no ser la mejor opción en glorietas muy transitadas. En estos casos, lo más aconsejable es usar los carriles interiores -si los hay-, buscar el exterior progresivamente antes de llegar a la salida, señalizando cada cambio de carril y respetando la prioridad de otros vehículos”. Así que el carril izquierdo es una opción si buscamos una salida más lejana, pero siempre buscando el carril derecho cuando salgamos. En todo caso la DGT advierte que, si la maniobra no es segura “en caso de que el tráfico lo haga imposible”, debemos dar otra vuelta a la rotonda “para buscar la colocación adecuada” en el carril exterior.
Pero no podíamos acabar este repaso sin la pregunta del millón, ¿podemos salir de la rotonda desde los carriles izquierdos o interiores?: “La respuesta es no, como norma general”, sentencia la DGT. “La norma obliga a salir por el carril exterior derecho para evitar una de las infracciones clásicas: la cruzada”.

Una maniobra que cuesta muchos accidentes cada día y que debemos evitar, al igual que otro clásico, circular por el carril exterior cuando nuestra salida está aún lejana. En cualquier caso los intermitentes -izquierdo si seguimos en la glorieta, derecho si vamos a salir- siempre serán una ayuda para señalar nuestras intenciones y evitar accidentes.