China desafía el vértigo con el puente más alto del mundo: 625 metros sobre el vacío
Infraestructuras viales
El gigante asiático estrenará en 2025 una infraestructura que acorta de forma notable los desplazamientos en una región marcada por el relieve escarpado
‘La escalera del cielo’, la autopista china con 270 viaductos y 25 túneles

El puente del Gran Cañón de Huajiang tiene una longitud de casi 3 kilómetros y se eleva 625 metros sobre el río Beipan
China continúa ampliando su red de infraestructuras con proyectos de gran envergadura. Tras desarrollar algunas de las autopistas más complejas del mundo, con decenas de viaductos, túneles o tramos ejecutados íntegramente por maquinaria autónoma, el país avanza ahora en la construcción del puente del Gran Cañón de Huajiang, una estructura que se eleva 625 metros sobre el río Beipan y que está llamada a convertirse en la más alta del planeta.
El puente, situado en la provincia de Guizhou, tiene una longitud total de 2.890 metros, con un tramo principal colgante de 1.420 metros. Las dos torres que sostienen la estructura alcanzan los 262 y 205 metros de altura, respectivamente. Las obras, que comenzaron en 2022 avanzan a buen ritmo y se espera que estén listas este 2025, si no surgen contratiempos de última hora.

Para levantar el puente han sido necesarios aproximadamente 439.000 metros cúbicos de hormigón y 49.000 toneladas métricas de acero. Ambos materiales garantizan la resistencia y durabilidad de una infraestructura expuesta a condiciones climáticas extremas y actividad sísmica frecuente en la región. La planificación también ha incorporado sistemas avanzados de monitorización, con sensores que detectan vibraciones, movimientos o cambios estructurales para mantener la seguridad a largo plazo.
El puente cruza el Gran Cañón de Huajiang y forma parte de una autopista que reduce drásticamente el tiempo de viaje
La inversión para esta obra alcanza los 630 millones de euros, un coste elevado que refleja la complejidad técnica y el valor estratégico del proyecto.
El puente forma parte de la autopista Liuzhi–Anlong, que mejorará considerablemente la conectividad en una zona montañosa que hasta ahora sufría largos tiempos de desplazamiento debido a la geografía accidentada. Actualmente, cruzar el cañón puede suponer más de una hora de trayecto, pero con esta infraestructura el tiempo se reducirá a poco más de un minuto.
Para la construcción del puente, uno de los principales obstáculos que los ingenieros han tenido que sortear ha sido el terreno escarpado del cañón de Huajiang y las condiciones meteorológicas cambiantes, con rachas de viento impredecibles, elevada humedad y oscilaciones térmicas notables.
Para superar estas dificultades, el equipo técnico ha recurrido a un sistema de grúa de cable inteligente desarrollado en China, que incorpora el sistema de navegación por satélite Beidou y permite realizar izados milimétricos con un solo comando. Esta herramienta ha resultado imprescindible en las fases más delicadas de la obra.
Ubicado en Guizhou, el puente mide 2.890 metros de largo, con un tramo colgante de 1.420 metros, y ha costado 630 millones de euros
El proceso de construcción ha incorporado también herramientas avanzadas de gestión digital, como el monitoreo en tiempo real de los materiales y simulaciones virtuales para garantizar la correcta alineación de los componentes. Según explicó Liang Junyuan, gerente del proyecto en la división suroeste del China Railway Baoji Bridge Group, el equipo utilizó tecnología de escaneo 3D para detectar interferencias potenciales entre piezas clave antes del montaje, lo que permitió mantener altos niveles de precisión durante todo el proceso.
Una vez operativo, el puente acortará de forma drástica el tiempo de viaje entre ambos extremos del cañón (de una hora a algo más de un minuto) y, no solo esto, sino que mejorará la conectividad de numerosas comunidades rurales que hasta ahora vivían prácticamente aisladas.
Su puesta en marcha está llamada a impulsar el desarrollo económico de la región, facilitar el transporte de mercancías y reforzar el papel de Guizhou como mundo estratégico en la red de infraestructuras del suroeste de China.