Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior, sobre el balance de la DGT de la siniestralidad del verano: “Es un dato esperanzador, pero 3,7 fallecidos diarios no permiten bajar la guardia”
Accidentes mortales
Durante los meses de julio y agosto, 228 personas han perdido la vida en accidente de tráfico en España, lo que supone un 6% menos que en el mismo periodo de 2024

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto al director de la DGT, Pere Navarro, ha presentado el balance de la siniestralidad vial registrado durante los meses de julio y agosto

Durante los meses de julio y agosto un total de 228 personas han perdido la vida en accidente de tráfico, es decir, 15 menos que en el mismo periodo de 2024. Para el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha presentado hoy el balance de la DGT del verano, esta reducción del 6% es un “dato esperanzador” teniendo en cuenta que se ha registrado un número de desplazamientos de récord. Concretamente, se han contabilizado 100,5 millones de movimientos de largo recorrido, la cifra más alta registrada en la serie histórica y un 2,77% superior a la de 2024.
A pesar de que el dato es mejor que el año pasado, sigue siendo muy elevado, ya que el objetivo es que no se registre ningún fallecido en las carreteras. Por ello, Grande-Marlaska ha señalado que no pueden “bajar la guardia”. “Durante los dos pasados meses, 3,7 personas perdieron la vida cada día en nuestras carreteras, razón más que suficiente para que mantengamos todas las precauciones y sigamos trabajando en políticas que nos permitan consolidar estas tendencias a la baja de la mortalidad vial”, ha afirmado.

Julio y agosto registraron evoluciones dispares. Mientras que en julio se produjo un ligero repunte con 114 fallecidos, frente a los 110 del mismo mes del año pasado, en agosto se logró una reducción notable: 114 muertes frente a las 133 de 2024. El día más trágico del verano fue el domingo 6 de julio, cuando once personas perdieron la vida en diferentes accidentes. En el extremo opuesto, hubo cuatro jornadas sin víctimas mortales, tres en julio y una en agosto, algo excepcional que solo ha sucedido en cinco ocasiones en la serie histórica.
Las carreteras convencionales siguen siendo las más peligrosas; en ellas se han registrado 173 de los 228 fallecidos
La radiografía de la siniestralidad muestra que las carreteras convencionales siguen siendo las más peligrosas. De los 228 fallecidos, 173 murieron en este tipo de vías, frente a los 55 registrados en autopistas y autovías. Aunque estas últimas concentran un tráfico más intenso, su siniestralidad descendió en nueve víctimas respecto al verano anterior.
En cuanto a los llamados usuarios vulnerables -peatones, ciclistas y motoristas-, las cifras también reflejan una ligera mejora. Durante el verano perecieron 101 personas de este grupo, lo que representa el 44% del total, frente al 48% de 2024. Destacan los 72 motoristas muertos, cuatro menos que el año pasado, lo que estabiliza una tendencia que llevaba una década en aumento. También se registraron 20 peatones fallecidos, cuatro menos que en 2024, y nueve ciclistas, siete menos que en el verano anterior.

El informe llama la atención sobre el riesgo que supone la circulación de personas en vías rápidas. De los 20 peatones fallecidos, nueve murieron en autopistas o autovías. Es posible que estas víctimas hubieran bajado del vehículo por una avería o emergencia. Nueve peatones perdieron la vida durante la noche o en condiciones de baja visibilidad y, de ellos, siete no llevaban prendas reflectantes.
Respecto a las causas de los siniestros con vehículos, la salida de vía se mantiene como el tipo de accidente más mortal, con 99 fallecidos, lo que supone el 43% del total y tres más que en 2024. Le siguen las colisiones frontales, con 53 víctimas mortales, nueve menos que el verano pasado. En cuanto a la protección de los ocupantes, el 27% de las personas fallecidas en turismos o furgonetas no llevaba puesto el cinturón de seguridad en el momento del accidente. Además, dos motoristas y un ciclista no utilizaban casco.

El perfil de las víctimas revela que la mortalidad se redujo en casi todos los grupos de edad, salvo en el segmento de 25 a 34 años, donde se contabilizaron 38 fallecidos, nueve más que el año anterior. Andalucía fue la comunidad autónoma con mayor número de víctimas, con 47 fallecidos, seguida de Castilla y León, con 32. Sin embargo, la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia protagonizaron las reducciones más significativas, con 14 y nueve muertes menos, respectivamente.
En cuanto al balance acumulado desde el 1 de enero hasta el 1 de septiembre, 746 personas han perdido la vida en las carreteras españolas, 34 menos que en el mismo periodo de 2024, lo que representa un descenso del 4%. Los meses más trágicos han sido marzo, julio y agosto, todos ellos con más de un centenar de fallecidos.