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Martín Tognola, dibujante de 'La Furgo', el cómic hecho película: “La idea surgió entre 2008 y 2012 cuando los desahucios estaban al orden del día y un amigo se compró un barco de segunda mano para vivir en el puerto, por 300 euros al mes”

Entrevista

El autor reflexiona sobre la precariedad de la vivienda y cómo la furgoneta se convierte en símbolo de supervivencia

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Martín Tognola, ilustrador del cómic La Furgo, reflexiona sobre el sentido de pertenencia y la búsqueda de hogar 

Martín Tognola, ilustrador del cómic La Furgo, reflexiona sobre el sentido de pertenencia y la búsqueda de hogar 

Mariano Herrera

Martín Tognola (Buenos Aires, 1972) es ilustrador y autor de cómics y vive en Barcelona desde hace más de 30 años. Una de sus obras, La Furgo -con guion de Ramón Pardina-, ha dado el salto del papel a la gran pantalla. 

La historia, con una furgoneta muy especial como protagonista, muestra la vida precaria en la ciudad, la creatividad para adaptarse a las dificultades y los vínculos que nos ayudan a salir adelante. Concretamente, explica las penurias de un hombre de 45 años, divorciado, sin trabajo, desahuciado y con una hija de seis, que se ve obligado a vivir en una furgoneta mientras intenta rehacer su vida.

Martín, cuéntanos un poco cómo nació La Furgo.

Bueno, La Furgo parte de una idea mía, pero el guion lo hizo Ramón Pardina. El cómic tardó años en ver la luz. Primero tuvimos que encontrar una editorial que se animara, y luego nos llevó casi tres años darle forma hasta que se publicó en 2018. Fue un proceso largo, íbamos ajustando páginas, probando escenas, viendo cómo encajaban los personajes.... Ramon estaba con el guion y yo con el dibujo, pero siempre comentábamos las cosas entre nosotros.

La película 'La Furgo' está basada en el cómic creado por Martín Tognola y Ramon Pardina 
La película 'La Furgo' está basada en el cómic creado por Martín Tognola y Ramon Pardina Otras Fuentes

¿Y cómo pasó de ser un cómic a convertirse en película?

Pues a los pocos meses de publicarse, Ramon recibió un mail de Eloy Calvo, el director de la película. En aquel momento Eloy no había dirigido nunca una película de ficción, solo algún documental, pero le había llamado la atención la portada del cómic. Se lo leyó y nos dijo que veía ahí una peli. Nos tomamos un café y nos enseñó un dossier con ideas, películas de referencia… Se notaba que iba en serio, aunque no tuviera productora ni equipo.

¿Y cómo encontrasteis a la productora?

Ramon y Eloy estuvieron buscando un tiempo y finalmente dieron con Teidees, una productora pequeña de animación. Para ellas, porque son dos socias, también era un desafío, nunca habían producido un largo con actores, aunque sabían de animación. 

La idea de La Furgo surgió entre 2008 y 2012 cuando los desahucios estaban al orden del día, salió lo de las preferentes y un amigo mío se compró un barco de segunda mano para vivir en el puerto

Martín Tognola

Martín Tognola

Ilustrador de 'La Furgo'

Hablemos de la historia. ¿De dónde surgió?

Surgió de varios puntos. Entre 2008 y 2012 los desahucios estaban en todos los noticiarios, cada día veías casos, y eso me llamaba mucho la atención porque le podía pasar a cualquiera, no solo a la gente más vulnerable. También influía la crisis de las preferentes, las hipotecas… Todo eso que dejaba a gente fuera del sistema. Fue entonces también cuando un amigo se compró un velero de segunda mano y se fue a vivir en el puerto de Barcelona. Vio que podía vivir con muy poco dinero, solo tenía que pagar el alquiler del amarre, menos de 300 euros al mes. A partir de ahí pensé en una furgoneta, alguien que pudiera vivir en su furgoneta de trabajo, y no en una van camperizada. Y eso me interesaba.

La historia también tiene mucho de tu experiencia personal, ¿no?

Sí, no es que haya vivido en una furgoneta, pero soy padre de dos hijos y en un momento también estuve separado con uno de ellos. Creo que muchas cosas que aparecen en el cómic parten de mi experiencia como padre, aunque no necesariamente tuvieran que acabar en una furgoneta. Lo que sí viví fue estar en un piso pequeño en el Raval, que no es lo mismo, claro. Hay muchas situaciones de precariedad que en el cómic y en la peli se llevan a un extremo, pero que tienen un punto de verdad.

Tú llegaste a Barcelona poco después de los Juegos Olímpicos, es decir, cuando Barcelona se puso en el mapa. ¿Cómo ves la Barcelona de hoy respecto a la Barcelona postolímpica?

Sí, yo llegué a Barcelona a finales del 94, poco después de los Juegos Olímpicos, así que he visto cómo ha cambiado la ciudad en estos 30 años. Aunque soy extranjero, llevo más de la mitad de mi vida aquí y mis hijas han nacido y crecido en Barcelona, así que lo siento como mi ciudad. Pero hay barrios a los que ya no voy, y muchos de mis amigos tampoco van a Les Rambles. 

El modelo de ciudad basado en el turismo ha ido expulsando a la gente de ciertos lugares, y eso se nota en el día a día. Cierran comercios de barrio, suben los alquileres y los espacios que antes eran cotidianos para quienes vivimos aquí, ahora son solo para turistas. Incluso en lugares como la Barceloneta o el Gótico, que antes tenían vida de barrio, ahora se ha perdido esa sensación de comunidad. Es raro, porque uno pensaría que la ciudad es para todos, pero este modelo empuja a la gente a irse o a buscar alternativas fuera del centro.

Barcelona ha cambiado mucho desde que llegué en los 90; hay barrios que han perdido la identidad y están entregados al turismo, ya no son lo mismo... Por eso no los piso nunca”

Martín Tognola

Martín Tognola

Ilustrador de 'La Furgo'

Con todo lo que has visto en Barcelona y en otras ciudades, ¿crees que este fenómeno de precariedad y desplazamiento hará que veamos a más gente viviendo en furgonetas o buscando alternativas similares?

No sé si irá a furgonetas, porque la furgoneta es un caso extremo, pero sí va a empujar a gente a moverse a ciudades cercanas, a salir del epicentro de la ciudad. Es raro, sobre todo para gente como mis amigos que han nacido y crecido aquí y que tienen que tomar la decisión de irse. Por ejemplo, en el Pallars me he encontrado con camareros que cada día hacían 15 kilómetros para ir a trabajar porque no hay pisos disponibles para alquilar. Los pisos están reservados para turistas. Lo mismo ocurre en Asturias, como he podido comprobar en mis últimas vacaciones allí. Tener todas las necesidades concentradas en un solo lugar es complicado, así que la gente busca alternativas.

El éxito del cómic de Tognola ha encontrado continuidad en el cine
El éxito del cómic de Tognola ha encontrado continuidad en el cineMariano Herrera

Volviendo a la película, ¿fue difícil encontrar la furgoneta ideal y prepararla para el rodaje?

Eloy me iba enviando anuncios de Wallapop, fotos de furgonetas… Me preguntaba qué tal estaban, cuál podría servir. Al final encontraron una en los campos de Valencia. Se fueron en tren, alquilaron un coche y fueron al medio del campo a verla. Se comieron una paella allí mismo, porque los que vendían la furgoneta los convidaron a comer una paella allí en medio del campo. Se rieron un montón, pero la furgoneta no estaba en condiciones de recorrer tantos kilómetros, así que la dejaron y la recogieron otro día.

El gozo en un pozo…

Sí, pero esto no es todo. Ya en el rodaje, al segundo día la furgoneta dejó de funcionar. Tuvimos que cambiar un poco la agenda para arreglarlo, pero al menos era exactamente la misma que yo dibujé en el cómic. Una Nissan Trade, el modelo que estaba en todas las obras entre 2008 y 2012.

Para encontrar la furgoneta de la película recurrimos a Wallapop, pero no la pudimos transportar en el momento de comprarla porque estaba hecha polvo”

Martín Tognola

Martín Tognola

Ilustrador de 'La Furgo'

¿Cómo quedó la furgoneta en la película?

Pues adentro, como la montaron, quedó exactamente muy fiel al cómic. Yo me había documentado mucho, miré un montón de blogs de gente mostrando cómo camperizaban su furgoneta, y, sinceramente, algunas cosas eran espantosas. Pero la gente lo compartía con orgullo y yo me inspiré un poco en eso, y también en cosas del barco que me parecían interesantes, sobre todo la optimización del espacio. Le pasé a Eloy algunos planos, enlaces a esos blogs, y le dije que sería interesante ir por ahí. Y lo hicieron tal cual. Hicieron el atrezo, los muebles, todo con cosas de la calle. Creo que al final la furgoneta de la peli es más bonita que la del cómic, tiene más encanto, sobre todo por las luces que le pusieron dentro, unos farolillos del Decathlon, todo low cost, pero muy acogedor. Y además la decoraron con dibujos de su hija, fotos… Quedó como un pequeño hogar.

¿Tuviste que implicarte mucho en esa parte del rodaje?

No como director de arte, pero sí que les pasaba planos, enlaces de blogs con ideas de camperización… y se hizo casi tal cual lo que yo sugerí. Además, Pol López propuso que su personaje dibujara todo el tiempo, algo que en el cómic no pasaba. Al principio no me convencía mucho la idea, porque temía que quisieran contar la vida de un dibujante en una furgoneta, y no era eso lo que quería. Pero luego me di cuenta de que tenía mucho sentido; era una manera de abrir más el juego con su hija, de incorporar el lenguaje de la animación y que los dibujos sirvieran como puente entre los personajes.

¿Cuál fue el cambio más grande de la película respecto al cómic?

Es eso que te decía, que en el cómic el protagonista no dibuja nada, ni siquiera garabatos. Aquí dibuja todo el rato, y de esos dibujos surgen más adelante animaciones. Yo hice la gran mayoría de los dibujos que aparecen en la peli, no las animaciones, pero sí los dibujos. Me parece el salto más drástico respecto al guion original, y al final funciona genial. Además, para mí tenía sentido personal. Soy dibujante, he dibujado mucho con mis hijos, mi padre era marino y también dibujaba conmigo… el lenguaje del dibujo siempre ha estado presente sin pretensiones artísticas, y eso se refleja en la peli. El personaje es alguien que disfruta dibujar, que tiene facilidad.

¿Y qué se hizo con la furgoneta después del rodaje? ¿Se la quedó alguien del equipo?

No, no nos la quedamos. Está en un almacén, la tiene la productora. Han hecho muchas bromas con ella, no sé muy bien qué fin tendrá. Igual la veis en otra película, quién sabe. Es una furgoneta que ya no puede circular por Barcelona, por los años que tiene, la ITV, la etiqueta medioambiental… todo eso. Pero se le coge cariño, sí, yo creo que todos nos encariñamos de ella.