Coches

Este fue el primer Corvette de la historia con un V8 en sus entrañas

Cambio definitivo

Esta unidad, que demostró que el icónico deportivo podía ofrecer aún más potencia, está ahora a la venta

Se trata de uno de los deportivos estadounidenses más importantes de la década de 1950.

Se trata de uno de los deportivos estadounidenses más importantes de la década de 1950.

B.A.T.

Hay nombres que evocan pura adrenalina. Corvette es, sin duda, uno de ellos, al menos para los aficionados a los coches deportivos clásicos. Si a este nombre le añadimos, además, el término V8, empezar a soñar con rodar a altas velocidades está asegurado. Y es que pocas parejas en la historia del automovilismo han proporcionado más satisfacciones al volante. Pero no siempre ha sido así.

Cuando el icónico modelo llegó a escena en el año 1953, estaba equipado con un motor de seis cilindros en línea, algo insuficiente para las pretensiones de su diseñador, Zora Arkus-Duntov. Este pensó que el vehículo podía ofrecer un poco más de potencia y precisamente la singular unidad que utilizó para demostrárselo a General Motors acaba de salir ahora a subasta.

Este fue el primer Corvette de la historia con un V8 en sus entrañas.
Este fue el primer Corvette de la historia con un V8 en sus entrañas.B.A.T.

A pesar de presumir de una apariencia de deportivo gracias a su silueta curvilínea y a su exterior cromado, el Corvette C1 original no funcionó como tal durante los primeros tres años de producción debido a que montaba un motor de bajo caballaje. El ingeniero y tres veces ganador de las 500 Millas de Indianápolis Mauri Rose y el “padre” del Corvette, Arkus-Duntov, estaban convencidos de que un poco más de potencia le daría al coche un rendimiento superior a todos los niveles.

Cifra extraordinaria para la época

El C1 de pruebas con un nuevo motor V8 alcanzó una velocidad máxima de 262 km/h en 1954

Así que instalaron un motor V8 de 5.030 cc en un ejemplar sin vender de 1954. El conocido como chasis EX87 fue llevado al campo de pruebas de GM en el desierto de Arizona, donde Arkus-Duntov alcanzó una velocidad máxima de 262 km/h. Esta cifra fue lo suficientemente estratosférica para la época como para convencer a los responsables de la compañía de que debían hacer cambios.

Así pues, el C1 con motor V8 se lanzó antes de finales de 1955, y desde entonces todas las versiones que se han comercializado del Chevy, incluida la actual C8, se han vendido con un motor de ocho cilindros. Como nadie se dio cuenta de la importancia que tendría para la historia el chasis EX87, después de la hazaña de Arizona, el coche fue despiezado, separándose la carrocería de 1954 de su motor V8.

Este fue el primer Corvette de la historia con un V8 en sus entrañas.
Este fue el primer Corvette de la historia con un V8 en sus entrañas.B.A.T.

Posteriormente, se adaptó a las especificaciones del año 1955 y se equipó con una carrocería procedente de otro vehículo de pruebas, un motor V8 de 4.340 cc y una transmisión automática de dos velocidades. Este coche se usaría como vehículo de demostración antes de ser vendido a un ingeniero de GM, quien lo vendería posteriormente al esposo de la actual propietaria, en 1968.

Diseño interior

Dentro del habitáculo se preserva la esencia de mitad del siglo XX

El coche ha recibido algunas restauraciones a lo largo de estas décadas. Por ejemplo, ha sido pintado de rojo anaranjado y se le ha cambiado el motor por uno más grande: un V8 de 5.368 cc. 

Este fue el primer Corvette de la historia con un V8 en sus entrañas.
Este fue el primer Corvette de la historia con un V8 en sus entrañas.B.A.T.

Dentro del habitáculo, se preserva la esencia de mitad del siglo XX, con un diseño clásico en rojo y blanco crema, volante y asientos de piel, una guantera impecable y un odómetro perfectamente preservado.

El primer Corvette con motor V8 de la historia, o lo que es lo mismo, el chasis EX87 está actualmente a la venta a la espera del mejor postor en una subasta. El precio de este vehículo, uno de los deportivos estadounidenses más importantes de la década de 1950, podría alcanzar las seis cifras fácilmente. En el vídeo que acompaña este artículo, podemos ver esta excepcional unidad al detalle.

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