Toyota C-HR Plug-in Hybrid 220 GR Sport, la combinación perfecta para los que desean un SUV deportivo y eficiente
A prueba
Este automóvil, con la etiqueta Cero de la DGT, permite recorrer unos 60 kilómetros en modo 100% eléctrico

En conducción mayoritariamente urbana, este C-HR Plug-in permite recorrer unos 60 km en modo 100% eléctrico

Ficha técnica
Toyota C-HR Plug-in Hybrid 220
Motor: Gasolina y eléctrico
Cilindrada: 1.987 cc
Potencia máxima: 223 CV a 6.000 rpm
Cambio: Automático e-CVT
Consumo combinado WLTP: 0,9 l/100 km
Emisiones CO2 WLTP: 20 g/km
Distintivo medioambiental: CERO
Velocidad máxima: 180 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 7,4 segundos
Largo/ancho/alto: 436/183/156 cm
Depósito: 43 litros
Peso: 1.735 kg
Maletero: 310 litros
Garantía: 3 años
Precio: desde 40.250 euros (GR Sport Black Edition)
www.toyota.es
El Toyota C-HR Hybrid no ha dejado de crecer desde el lanzamiento de su segunda generación en el año 2023, convirtiéndose en la referencia del Segmento C-SUV y llevándole a ocupar el sexto puesto en el mercado español de particulares a cierre de 2024.
Con el lanzamiento de la versión híbrida enchufable y la consecuente ampliación de gama, este SUV ha logrado superar en Europa el millón de ventas. El C-HR se puede considerar como un coche atípico en la gama de Toyota: es atrevido, juvenil y emocionalmente provocador. Su ambición tecnológica se ve especialmente reflejada en la variante Plug-in Hybrid (PHEV), que introduce una dimensión eléctrica más avanzada.
Eficiente y de atrevido diseño, este híbrido enchufable de la firma nipona es la versión de alta gama del modelo, gracias a su elevada potencia, interesante autonomía eléctrica y un enfoque general de lo más refinado.

El diseño es uno de los mayores argumentos del C-HR. Toyota arriesga en este apartado y ofrece unas líneas afiladas, con un lenguaje visual llamado “Hammerhead” que aporta una mirada agresiva, faros estilizados en LED y una parrilla cerrada. Desde cualquier ángulo, es un automóvil que entra muy bien por la vista.
La variante PHEV del C-HR se identifica por detalles como un paragolpes delantero específico y la presencia de un difusor trasero más aerodinámico. La versión GR Sport ensayada por La Vanguardia destaca por sus espectaculares llantas de 20 pulgadas y la zaga tipo coupé con manetas ocultas en las puertas traseras refuerzan su personalidad única.
El C-HR PHEV se identifica por detalles como un paragolpes delantero específico y un difusor trasero más aerodinámico
En su interior, el nivel de calidad es notable. Toyota apuesta por una disposición orientada al conductor, con materiales suaves al tacto, iluminación ambiental configurable y una atmósfera moderna. El panel de instrumentos digital de 12,3 pulgadas se complementa con una pantalla multimedia central del mismo tamaño, con el sistema Toyota Smart Connect, compatible con Apple CarPlay inalámbrico y Android Auto.

Con una calidad de materiales notable en un vehículo de su categoría, los asientos delanteros son cómodos, con buen agarre lateral y una sujeción especialmente lograda en la versión GR Sport ensayada. Las regulaciones disponibles permiten obtener la postura óptima y deseada frente al volante.
La caída del techo penaliza algo la habitabilidad en las plazas traseras, especialmente en altura para pasajeros altos y tampoco ofrece la anchura necesaria para que viajen holgadamente tres ocupantes. El espacio de maletero es también algo justo en capacidad, ya que apenas supera los 300 litros de volumen útil.
Electrificación con nervio
Esta versión enchufable del C-HR combina un motor 2.0 de gasolina, con un motor eléctrico de 163 CV. En conjunto, dispone de una potencia total conjunta de 223 CV, una cifra muy considerable para un SUV urbano compacto.

La batería de iones de litio cuenta con 13,6 kWh de capacidad útil y permite una autonomía 100% eléctrica de hasta 66 km (según ciclo WLTP), suficientes para el uso diario urbano y para disfrutar de la etiqueta Cero de la DGT. En la práctica, circulando en entornos urbanos, no resulta complicado recorrer unos 60 km en modo cero emisiones.
En conducción eléctrica se comporta con suavidad, sin tirones ni ruidos, y puede alcanzar hasta 135 km/h sin que arranque el motor térmico. Cuando se agota la batería, el vehículo entra de forma automática en modo híbrido autorrecargable, con un funcionamiento realmente eficiente.
Cómodo y dinámico
El C-HR PHEV es un automóvil realmente brillante en conducción urbana, gracias a su radio de giro de 5,5 m. Destaca por su capacidad de maniobra, con buena visibilidad delantera y un silencio total de marcha en modo EV.

Para optimizar el rendimiento, este Toyota ofrece al conductor la posibilidad de escoger entre cuatro programas de conducción, llamados eco, normal, sport y custom. Además, la frenada regenerativa se puede regular en tres niveles.
En carretera, el peso adicional de la batería se nota ligeramente, pero la considerable potencia del conjunto propulsor transmite siempre un empuje notable. No es un deportivo radical, pero acelera siempre con contundencia suficiente.
No es un deportivo radical, pero acelera siempre con contundencia suficiente
La dirección es precisa, aunque algo filtrada, y la suspensión, de tarado firme, mantiene el coche estable en curvas de cualquier radio, sin comprometer el confort de marcha. Por su parte, la capacidad de frenada es excelente, apoyada en cuatro discos, con pinza de dos pistones sobre las ruedas delanteras.
Completo en tecnología y seguridad
El C-HR Plug-in es un vehículo cargado de tecnología y seguridad. El conjunto denominado Toyota Safety Sense 3.0 incluye control de crucero adaptativo, frenada automática con detección de peatones y ciclistas, mantenimiento de carril, lector de señales de tráfico, entre otros.

También cuenta con cámaras 360º, asistente de aparcamiento automático, Head-up Display, sistema de navegación con actualizaciones OTA o un climatizador inteligente con bomba de calor. Este Toyota se beneficia del uso de la app MyT para gestionar recargas, climatización remota y localización del vehículo.
La batería puede cargarse en unas 2,5 horas con un wallbox de 7,4 kW (monofásico). Con enchufe doméstico de 2,3 kW, el tiempo necesario es de unas 6 horas. A nivel de consumos, una vez agotada la batería, hemos medido unos 5,5 l/100 km, un registro que continúa siendo óptimo para un SUV de este peso y potencia.
La batería puede cargarse en unas 2,5 horas con un wallbox de 7,4 kW (monofásico)
Si se recarga con frecuencia la batería, el consumo total puede mantenerse por debajo de 2 l/100 km con cierta facilidad. La homologación WLTP es de 0,9 litros a los 100 km y de 20 g/km de CO2.

