¿Cómo se organizará la nueva recogida separada de envases de bebidas y retorno al comercio? Es la gran pregunta que se plantean ahora todos los sectores afectados: productores, envasadores, Administracióm consumidores...
Por lo pronto, Ecoembes, la organización que se encarga de financiar y facilitar la recogida separada de los residuos de envases ligeros (plástico, brick y latas, que van el contenedor amarillo) ha manifestado su interés en colaborar en la implantación del sistema de depósito, devolución y retorno de envases de un solo uso al comercio (SDDR). Esta nueva fórmula de recogida separada (que supondrá cierta reedición de la vieja fórmula de “devolver el casco a la tienda” pero modernizada) debe implantarse en España en noviembre de 2026, según ha confirmado el Gobierno. La disposición de Ecoembes a participar en esta tarea confirmada a este diario. Ecoembes financia la recogida de envases (contenedor amarillo) con el punto verde, que grava los envases, y luego transfiere las partidas a los ayuntamientos.
El SDDR es una nueva obligación para fabricantes, productores y envasadores
Fabricantes, envasadores y productores de envases están obligados a organizar la implantación del SDDR dadas las insuficientes tasas de recogida selectiva de botellas de bebidas alcanzadas mediante el contenedor amarillo y ante las ambiciosas nuevas metas del reglamento europeo. Y deberán poner en marcha su funcionamiento.
El Ministerio para la Transición Ecológica notificó el pasado 22 de noviembre el incumplimiento del actual sistema de contenedor amarillo, lo que obliga a implantar el SDDR para los envases de un solo uso.
La tasa de recogida separada de botellas de plástico de bebidas de un solo uso no alcanzó en 2023 el umbral exigido en la ley de Residuos; se quedó en un 41,3%, mientras que la ley exigía el 70%.
Y de ese incumplimiento se deriva, tal y como indicaba la ley de Residuos, que productores, envasadores y distribuidores queden obligados a poner en marcha el SDDR. El plazo es de dos años; y la finalidad (como se ha dicho), mejorar y aumentar la tasa de recuperación y reciclado de materiales y mejorar los resultados.
Para esta situación, la ley determina que, en seis meses desde la notificación del Ministerio (un plazo que acaba el 22 de mayo), los fabricantes y envasadores de producto deberán presentar la correspondiente solicitud de autorización para organizar el llamado “sistema de responsabilidad ampliada del productor” para poner en funcionamiento el (SDDR).
Un ofrecimiento, los fabricantes deben decidir
Ecoembes se ha brindado a colaborar en esta organización argumentando que su interés es “acompañar, apoyar y aportar valor” el nuevo sistema. Para ello, pone “a disposición" sus ”27 años de experiencia en la recogida selectiva y reciclado de los envases domésticos”.
Ecoembes resalta (frente a lo que opinaba tiempo atrás) que el sistema del SDDR “complementa y refuerza el actual modelo de contenedor amarillo”. El objetivo último sería que ambos flujos (destinados a recuperar envases) “convivan de una manera eficaz, eficiente” para “cumplir los objetivos normativos en los plazos previstos”
Un sistema nuevo, casi todo por hacer
La nueva organización será compleja, pues supone recuperar la vieja fórmula de devolver el envase al comercio, totalmente abandonada en España por la cultura de los envases de un solo uso. Ahora, para recuperar esa buena práctica (muy extendida en Europa) se necesitará sincronizar muchos eslabones de la cadena para poder devolver el envase a sus productores. Falta por determinar si esos envases son para reutilizar o reciclar y quién capitanea la gestión del SDDR, entre otros extremos, entre otros extremos. La nueva recogida separada es un reto puesto los ciudadanos deberían incorporar nuevos hábitos, como es devolver el envase al comercio.
Ecoembes pide en este sentido que la Administración facilite la transición mediante “una coordinación plena con la industria”, de “manera flexible” y con “reglas claras”.
“Creemos que para que el nuevo modelo sea eficaz es clave que cuando los productores desplieguen el SDDR se tengan en cuenta las peculiaridades demográficas, geográficas, comerciales, de consumo y de hábitos de la ciudadanía que se dan de forma diferenciada en España”, dicen fuentes de Ecoembes.
Ambiciosos objetivos europeos
La nueva situación viene determinada en gran medida por los ambiciosos objetivos legales de recogida selectiva de botellas marcados en el reglamento europeo de envases. Estos “son claros y están para cumplirlos”, dice Ecoembes.
Todos los países de la UE deben garantizar la recogida separada del 90% de las botellas de bebida de plástico de hasta 3 litros (también de latas) antes del 1 de enero de 2029.
“Alcanzar esta meta depende de nuestra capacidad como país de impulsar y hacer evolucionar el actual modelo de recogida separada de envases, incorporando en él un sistema de depósito eficaz que se adapte a las características diferenciadas de España”, añade Ecoembes.
Para envases de plástico de bebidas y latas: aguas, zumos, refrescos...
Hasta ahora, el éxito del sistema de recogida de envases de bebidas pivotaba sobre todo sobre el contenedor amarillo (además de las recogidas en centros y eventos públicos, festivales y demás), pero esta fórmula se ha revelado insuficiente.
El retorno de envases afectaría a aguas, zumos, néctares, mezcla de frutas y hortalizas recién exprimidas, bebidas refrescantes y bebidas alcohólicas envasadas en botellas de plástico, latas y envases de cartón de un solo uso de hasta tres litros. Además, el depósito del envase será de al menos diez céntimos de euro por cada unidad de envase de bebida, según el real decreto.
Los productores de bebidas soportarán el primer pago del depósito, los diferentes canales de venta se lo avanzarán en el momento de la transacción y luego lo trasladarán al consumidor final, que lo recuperará en el momento de la devolución en cualquiera de los puntos de retorno establecidos por el sistema. Además, las botellas de plástico, latas y briks de bebidas deberán distinguirse para informar al consumidor de que su compra supone dejar un depósito que le será devuelto si retorna el envase.
Una posibilidad para mejorar
Los grupos ciudadanos interesados en la prevención de residuos se han mostrado esperanzados en que con el nuevo sistema se puedan alcanzar las nuevas tasas de reciclaje y reutilización de los envases, y reducir a cero su abandono en el medio natural.
Decenas de países europeos y más de 50 Estados en todo el mundo disponen de este sistema, mediante el cual un residuo (un envase) adquiere el verdadero valor para el consumidor.
La Alianza Residuo Cero, formada por 130 entidades ciudadanas, teme que el SDDR se dilate en el tiempo, por lo que ha enviado una carta a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, para que garantice el cumplimiento del real decreto, y eviten los intentos de retrasar esta medida. También pide que se cumplan los demás objetivos del decreto de Envases, que exige empezar a implantar la reutilización de envases de bebidas (desde el 1 de enero de este año).
Retorno de envases de bebidas en Alemania mediante el sistema manual
“En el sector teníamos claro que debemos ir a un sistema de depósito de envases”
Josep María Bonmatí, director general de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), declaró en noviembre a este diario que “en el sector teníamos claro que debemos ir a un sistema de depósito de envases”, dados los ambiciosos objetivos europeos de recogida separada de botellas de bebidas, que debe alcanzar el 77% en el 2025 y el 90% en el 2029.
No obstante, Bonmatí señaló que “es imposible implantar el sistema de retorno en dos años, dada la dificultad que entraña. Para ello, invoca el gran tamaño territorial de España, “el abundante consumo fuera del hogar”, el turismo o la estructura del comercio minorista. Su previsión apunta introducirlo hacia el año 2029.
Un problema adicional, en su opinión, es sincronizar el nuevo sistema SDDR con la entrada en vigor del reglamento europeo de envases, que exige una tasa de reutilización de envases de bebidas del 10% para el 2030.
“Debemos tener en cuenta las dos cosas, para que el ciudadano sepa cuándo va a reciclar y cuándo a reutilización”, aunque habrá un icono aclaratorio. Esgrime que en diversos países europeos de tamaño grande y mediano se ha tardado entre 4 y 6 años en implantar el SDDR.
Una práctica extendida en Europa
Devolver las botellas de plástico, latas y briks a la tienda es una práctica que funciona con éxito en más de 50 regiones del todo el mundo, tanto para envases de un solo uso como para envases reutilizables, que se limpian y se pueden rellenar hasta 50 veces. Austria, por ejemplo, acaba de estrenar su sistema de depósito y Portugal lo hará a inicios del próximo año. “Tenemos múltiples ejemplos para construir un sistema que sea más eficiente para todos los actores implicados”, señalan la Alianza Residuo Cero. Esta entidad estima que la venta de bebidas con depósito permitirá “recuperar los 35 millones de envases de bebidas que cada día en España acaban enterrados, quemados o perdidos en nuestro entorno”.


