En casa, separar residuos ya se ha vuelto rutina para buena parte de la ciudadanía. Pero aún hay productos que generan dudas: uno de los más comunes son las cuchillas de afeitar y depilación. Aunque pueden parecer reciclables por su composición metálica y plástica, no lo son. Así lo advierte Ecoembes, la entidad que gestiona el reciclaje de envases en España, a través de su plataforma ‘Reducir, reutilizar, reciclar’.
Las cuchillas, ya sean de afeitar tradicionales o cabezales desechables, no deben depositarse en el contenedor amarillo, destinado exclusivamente a envases. Este es un error muy habitual. Y tiene sentido: el cabezal está compuesto, normalmente, por acero inoxidable, y el mango por plástico. Pero al no ser envases, no entran dentro del sistema convencional de reciclaje. En realidad, estos objetos están clasificados como residuos domésticos peligrosos por su potencial cortante. Por eso, su destino correcto es el punto limpio, donde se tratan residuos especiales que no pueden ir en los contenedores habituales.
Una herramienta útil, pero particular
Las cuchillas no siempre fueron tan accesibles. Hasta principios del siglo XX, el afeitado era tarea exclusiva de barberos, con sus icónicas navajas. Todo cambió con la llegada de King Gillette, quien popularizó las cuchillas intercambiables. Desde entonces, su uso se ha extendido enormemente, no sólo en el ámbito masculino.
Actualmente, se comercializan versiones muy distintas: desde las clásicas maquinillas de metal, más duraderas, hasta los modelos de plástico de un solo uso. Las primeras permiten cambiar solo la cuchilla; las segundas, directamente se desechan por completo. Ambas suponen un reto desde el punto de vista medioambiental.
Tal como señala el blog especializado La Barberia Shop, las maquinillas tradicionales vuelven a ganar terreno porque no generan tanto residuo y duran años. Este tipo de afeitado, además, requiere una inversión económica inicial mayor, pero resulta más sostenible a largo plazo.
Cómo gestionar correctamente las cuchillas
1Llevarlas a un punto limpio municipal, el único lugar autorizado para residuos cortantes y peligrosos.
2Si se trata de una maquinilla metálica clásica, conservar el mango y cambiar solo las hojas. Estas también deben ir al punto limpio.
3En caso de cuchillas desechables, no depositarlas jamás en el contenedor amarillo ni en el orgánico.
4Algunas marcas ofrecen programas de recogida propios para fomentar el reciclaje de sus productos.
5Usar recipientes cerrados en casa (como una caja de lata) para acumular las cuchillas antes de llevarlas al punto limpio, evitando accidentes.
Pequeños gestos cotidianos, como saber dónde tirar una cuchilla, tienen un impacto positivo enorme en el medioambiente. Según Ecoembes, con una correcta separación de residuos, ayudamos a disminuir la generación de residuos y su impacto en el medioambiente. Y si se está seguro del destino de algún objeto, la web Dudas del Reciclaje ofrece una guía clara, práctica y actualizada.


