Investigadores del Centro Oceanográfico de Canarias (IEO/CSIC) y de la Universidad de La Laguna (ULL) alertan que las colisiones de buques con cachalotes están conduciendo la población de esta especie de cetáceos en Canarias a la extinción local. La advertencia llega tras descubrirse esta semana las dos últimas muertes de animales de esta especie en aguas canarias: una hembra joven y un juvenil. Las poblaciones de cachalotes y rorcuales comunes del Mediterráneo están críticamente amenazadas por las colisiones con barcos.
Los investigadores Natacha Aguilar (IEO/CSIC) y Marc Solá (ULL) han señalado que estas dos últimas muertes de cachalote evidencian “que este grave problema continúa”, tras el varamiento de una hembra de tan solo 9 metros y de la aparición a la deriva de un macho juvenil.
En menos de lo que dura la vida de un cachalote se ha duplicado la velocidad de los barcos y aumentado en un 100 % los buques que transitan su hábitat

La última hembra de cachalote hallada muerta en Canarias
En el caso de la hembra es probable que “solo se haya reproducido una vez, o ninguna, antes de morir arrollada”, mientras que en el caso del segundo ejemplar su tamaño sugiere “que no tendrá la oportunidad de contribuir a recuperar la población”, han detallado los expertos.
En este sentido, han lamentado que en Canarias “ya se han perdido demasiados” ejemplares y han apuntado que los últimos estudios muestran un declive “catastrófico”, con una reducción a la mitad en la abundancia del cachalote en Canarias. Recuerdan asimismo que una hembra de cachalote solo tendrá unas 10 crías en su vida y que en cada una invierte un gran esfuerzo: más de un año de gestación (14-16 meses para parir una cría de unos 4 metros de longitud, varios años de lactancia y aún más tiempo de guía, hasta que los machos jóvenes abandonan el grupo familiar materno a unos 10 años de edad.
“Aunque pueden moverse centenares o incluso hasta cuatro mil kilómetros en busca de alimento, tienen fidelidad espacial por su territorio natal. Los machos madurarán solitarios en aguas frías y se unirán a los clanes matrilineales solo en viajes migratorios de reproducción, cuando alcancen unos 30 años de edad”, han detallado los investigadores.
Para Aguilar y Solá no tiene sentido que si los humanos ponen límites de velocidad al tráfico en zonas habitadas, en el océano, sin embargo, el límite de velocidad lo marque la tecnología.

Ocena Care
“En menos de lo que dura la vida de un cachalote -unos 70 años- se ha más que duplicado la velocidad de los barcos y se ha aumentado en más de un 100 % el número de buques que transitan su hábitat -en algunas zonas un 300%-. Los cachalotes necesitan descansar en superficie para realizar sus proezas de buceo, y si interrumpen su descanso cada vez que oyen un buque, no podrían recuperar fuerzas para cazar en buceos que pueden alcanzar casi 3 kilómetros de profundidad y más de dos horas de duración, en apnea”, han abundado los expertos.
Por último, han recordado que Canarias es un importante enclave para el cachalote en el Atlántico noreste, pues se reproduce y se encuentran grupos familiares en todas las estaciones, con individuos reconocidos a lo largo de los años
Denuncia de la degradación marina
Arte y crítica en la Barceloneta
Mientras tanto, este sábado, día 24 de mayo en la Barceloneta, el activista ambiental Andreas Noe (The Trash Traveler) y OceanCare convertirán residuos recogidos en las playas en una poderosa instalación artística para destacar la urgente necesidad de reducir la velocidad de los buques para proteger a las ballenas en peligro de extinción en el Mar Mediterráneo.
Este evento forma parte de la “European Trash Art Tour for the Ocean”, un recorrido por seis países que busca generar conciencia sobre la conservación marina a través del arte participativo antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos 2025.
La gira es un elemento clave de la campaña internacional “Porque Nuestro Planeta es Azul“, que pide a los líderes mundiales la adopción de seis acciones concretas para proteger nuestros océanos.
Los voluntarios y activistas de TheTrashTraveler crearán una instalación artística a gran escala con basura recolectada, diseñada para ser fotografiada desde arriba.
Los expertos reclaman soluciones respaldadas por la ciencia, medidas simples como la reducción de velocidad y los ajustes de ruta podrían prevenir innumerables muertes de ballenas.

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