Desde que la Inteligencia Artificial comenzara a popularizarse a finales de 2022 por culpa de Sam Altman y ChatGPT, una de las principales críticas que han surgido en torno a esta innovación sin precedentes es el enorme consumo de energía que requiere. Sin embargo, Google acaba de dar con una solución —cuanto menos, polémica— para atacar este problema de frente: construir centrales energéticas solo para ellos.
Según informan desde PR Newswire, el gigante tecnológico tiene en sus planes construir tres centrales nucleares dedicas única y exclusivamente a alimentar sus sistemas de Inteligencia Artificial, cuya demanda es tan exigente que requiere de un potencial al que Google no alcanza en la actualidad.
Los datos así lo avalan. El consumo de energía de los centros de datos en Norteamérica aumentó de 2688 megavatios en 2022 a 5341 en 2023, coincidiendo con el auge de los sistemas de Inteligencia Artifical. Es un número que no deja de aumentar. Los centros de datos ya consumen el 2% de la electricidad mundial, y se prevé que en los próximos años se dispare aún más la cifra. Según cálculos oficiales, en 2030 puede llegar a representar el 9,1% de la electricidad en Estados Unidos.
Para la construcción de estos centros, Google ha llegado a un acuerdo con la compañía de energía nuclear Elementl Power. “Nuestra colaboración con Elementl Power mejora nuestra capacidad de avanzar a la velocidad necesaria para afrontar este momento de IA e innovación estadounidense”, afirma Amanda Peterson Corio, directora de energía del centro de datos de Google. Estos centros se definen como lugares de “energía nuclear avanzada” y se espera que estén listos en el próximo lustro.

La central nuclear de Cofrentes.
Nuestra colaboración con Elementl Power mejora nuestra capacidad de avanzar a la velocidad necesaria para afrontar este momento de IA e innovación
Cada reactor podría generar hasta 1.000 megavatios, suficientes para abastecer entre 500.000 y 1.000.000 de hogares. En este caso, sin embargo, la energía no irá a las casas, sino a los servidores.
No es el primer proyecto nuclear en el que Google está trabajando para aumentar su potencia. El pasado año, la empresa firmó un acuerdo con Kairos Power, proveedor de energía nuclear, para “implementar una flota estadounidense de proyectos de energía nuclear avanzados con un total de 500 megavatios para 2035”.
Eso sí, de momento no existe información sobre la ubicación de estas centrales. Si bien se espera que sea en Estados Unidos, de momento lo único que sabemos es que “estarán ubicados en territorios de servicio relevantes para suministrar energía limpia a los centros de datos de Google, y el primer despliegue se realizará en 2030”.

La oficina de Google en Londres.
Meta, Apple y otros se suman a la energía nuclear
Google no está solo en esta carrera
Aunque Google es la primera en anunciar un plan nuclear a esta escala, el resto de grandes tecnológicas también buscan soluciones desesperadas para afrontar las demandas venideras. Microsoft ha firmado acuerdos con Constellation Energy para reactivar el reactor nuclear de Three Mile Island, escenario del mayor accidente nuclear en EEUU, con el objetivo de abastecer sus centros de datos en Pensilvania.
Por su parte, Amazon y Meta han reforzado su dependencia de fuentes convencionales: gas natural, redes eléctricas públicas y, en algunos casos, incluso carbón, como ha sucedido en grandes centros de datos en Texas y Virginia. Y no es solo cuestión de energía. Elon Musk ha advertido en varias ocasiones que “el cuello de botella para el desarrollo de la IA no es la computación ni los chips, sino la electricidad”.

Elon Musk, CEO de xAI.
Google está eligiendo el camino más espectacular y peligroso
Además, está el hecho de la elección de sus centros energéticos. Como se puede ver, estos sistemas no se basarán en energías renovables, sino en sistemas nucleares. El motivo es sencillo: los primeros sistemas no llegan a albergar ni una mínima parte de la energía que se puede desarrollar en los segundos.
Desde Google defienden que se trata de una “energía limpia” que puede ayudar a acabar con el efecto invernadero. No obstante, solo tenemos que echar un poco la vista atrás a la historia de la humanidad para darnos cuenta de lo que esto representa. “Google está eligiendo el camino más espectacular y peligroso”, afirman desde Ecologistas en Acción. “La IA debería ser rediseñada para ser energéticamente eficiente, no alimentada con uranio”.
A esto se suman, incluso, los propios gobiernos mundiales. Pedro Sánchez, presidente de España, se encuentra en pleno debate entre su rechazo a la energía nuclear y la necesidad imperiosa de este sistema por parte de la demanda global de energía. Y aunque puede cambiar todo de un momento a otro, de momento, Google parece tenerlo claro: el futuro será nuclear, o no será.