El precio de un iPhone podría duplicarse si las tensiones comerciales entre Apple y Donald Trump se recrudecen. Esa posibilidad encendió las alarmas en la compañía, que decidió reforzar su presencia industrial en Estados Unidos con un movimiento tan mediático como calculado.
El centro de la operación fue un regalo inusual que Tim Cook entregó personalmente al presidente en la Casa Blanca, una pieza de oro de 24 quilates con acabados en vidrio Gorilla Glass que llevaba el logotipo de la manzana y una base fabricada en Utah con oro puro.
Según publicó Android Authority, la obra incluía el nombre completo de Trump en letras grandes, un anillo de cristal de Corning con las inscripciones Apple American Manufacturing Program y Made in USA y la firma de Cook grabada. La fabricación corrió a cargo de un antiguo cabo del Cuerpo de Marines que ahora trabaja en Apple, un detalle que añadió carga simbólica a la entrega.
Regalo lleno de detalles
Las advertencias arancelarias de Trump ya habían costado a Apple miles de millones
El trasfondo del gesto se remonta a los avisos de Trump durante su mandato, cuando presionó a Apple para que trasladara su producción al territorio estadounidense y advirtió que, de no hacerlo, impondría aranceles de al menos un 25%.
La aplicación de estas tasas ya estaba costando a la empresa cerca de 1.100 millones de dólares cada trimestre, una cifra que creció después de que parte de la producción de iPhones se moviera a India, lo que provocó nuevas amenazas de sanciones.

El encargo lo realizó un antiguo cabo del Cuerpo de Marines que trabaja actualmente en la compañí de Cook
Los analistas estiman que, de aplicarse medidas más severas, el precio de venta de un iPhone podría superar los 2.300 dólares, afectando también a mercados como el español.
Asimismo, el obsequio a Trump fue acompañado por el anuncio de un plan de inversión de 100.000 millones de dólares destinado a impulsar la manufactura nacional, con la compra de chips producidos en instalaciones de Samsung en Estados Unidos como uno de sus pilares.
La relación entre ambos líderes ha pasado por momentos de cooperación y tensión. Durante el primer mandato de Trump, varios medios apodaron a Cook como El Susurrador de Trump por su capacidad para llegar a acuerdos.
En esta ocasión, la apuesta consistió en un gesto cargado de simbolismo empresarial y político, pensado para asegurar que Apple mantenga abiertas sus operaciones en un mercado clave sin el peso de nuevos aranceles.