La inteligencia artificial ya decide cuánto cuesta tu vuelo aunque las aerolíneas aseguren que no te espían

Suben y bajan

El sector del transporte aéreo ha pasado de las tablas de precios fijas a sistemas que cambian las tarifas en función de múltiples variables

El mundo de la IA patas arriba: “Chat GPT, Google, Anthropic y Eleven Labs revolucionan el mercado en el mismo día”

Avión de Emirates

Avión de Emirates

EMIRATES / Europa Press

Ahorrar en un billete de avión puede convertirse en una auténtica misión imposible, sobre todo cuando cada búsqueda parece jugar con el precio como si fuera un valor de bolsa. Cualquier cambio de fecha, de hora o incluso de dispositivo puede alterar la cifra final, y eso sin contar las estrategias internas que aplican las aerolíneas para maximizar ingresos.

El objetivo de muchos pasajeros es encontrar el momento exacto en el que la tarifa baja, algo que ha pasado de ser un truco de viajeros experimentados a un reto en el que la inteligencia artificial ya empieza a tener un papel decisivo.

Precios fijados

Delta se defiende ante las críticas por su uso de inteligencia artificial 

En las últimas semanas, Delta Air Lines ha centrado el debate en Estados Unidos tras la aparición de un sistema de fijación de precios basado en IA. La polémica creció con rapidez, impulsada por críticas en redes y por la presión de varios congresistas que reclamaron explicaciones formales. La acusación se centraba en la posible utilización de datos personales para modificar tarifas de forma individual.

La aerolínea respondió a través de una carta firmada por Peter Carter, responsable de asuntos públicos, en la que aseguró que “no hay ningún producto de tarifas en Delta —ni pasado, ni presente, ni en desarrollo— que utilice datos personales para aplicar precios individualizados”.

Enero es el mejor mes para comprar vuelos baratos.

Las aerolíneas ajustan tarifas con algoritmos que reaccionan a cada movimiento del mercado

Dmytro Sidelnikov

Según la compañía, el sistema analiza información agregada, como patrones de compra generales, promociones de la competencia, costes operativos o nivel de demanda, y ajusta los precios en consecuencia.

Esto implica, por ejemplo, que si otra aerolínea lanza una oferta en una ruta similar, el algoritmo puede recomendar una bajada para competir, mientras que un aumento en el precio del combustible podría provocar una subida. El mecanismo no es exclusivo del transporte aéreo, ya que estrategias similares se han aplicado en comercio electrónico, seguros y otros sectores.

Automatización

Los viajeros buscan estrategias para no pagar más

Ante este panorama, algunos legisladores estadounidenses impulsan la Stop AI Price Gouging and Wage Fixing Act, que busca limitar el uso de la IA para encarecer precios de manera selectiva.

La preocupación se centra en que los algoritmos puedan perjudicar a quienes tienen menos margen para elegir, como viajeros por trabajo urgente o desplazamientos por motivos familiares.

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Aunque Delta defiende que su sistema no personaliza precios, el sector se mueve hacia un modelo cada vez más automatizado y reactivo. Esto obliga a los usuarios a buscar estrategias de protección, como comparar en distintas plataformas o revisar tarifas en modo incógnito, para intentar mantenerse un paso por delante de la inteligencia artificial que ya influye en lo que cuesta volar.

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