A Geoffrey Hinton ha demostrado en más de una ocasión que es una persona con principios al que no le tiembla el pulso para defendelos. Ni cuando abandonó Google para alertar sobre los riesgos de la inteligencia artificial (IA), ni cuando Elon Musk le pidió ser asesor de su nueva empresa xAI y él, sin rodeos, le dijo que no. “Me preguntó si sería asesor de su nueva empresa, xAI, y le dije que no. Pensó que yo podría estar de acuerdo porque contrató a uno de mis mejores estudiantes como técnico”, declaró Hinton en una entrevista que se puede ver en las redes sociales de Neo Niche.
Dos caminos opuestos hacia el futuro de la IA
Hinton, considerado uno de los padres de la IA moderna, no sólo rechazó la oferta, sino que terminó la conversación de forma abrupta: “Empezó a divagar. Y entonces le dije: lo siento, Elon, tengo otra reunión, así que tengo que irme”. Así lo recoge National Geographic. Detrás del rechazo no sólo hay una cuestión personal, sino una visió muy diferente sobre el enfoque en el desarrollo de la IA. Hinton ha sido una voz crítica en la comunidad científica, especialmente desde que en 2023 dejó Google para hablar con libertad sobre los peligros que esta tecnología plantea: desde la pérdida masiva de empleos hasta el descontrol de los sistemas avanzados.
La historia de Musk con la inteligencia artificial no es menos compleja. Cofundador de OpenAI en 2015, abandonó la empresa en 2018 tras no conseguir que el resto del equipo compartiera su visión más agresiva y comercial. Poco después, OpenAI abandonó el modelo sin ánimo de lucro y Musk fundó xAI, con el objetivo de competir directamente en el desarrollo de modelos generativos como ChatGPT o Gemini.
Fue entonces cuando recurrió a Hinton. Pero el británico, lejos de sentirse halagado, se mostró escéptico. Según sus propias palabras: “Hace un par de años, me pidió que lo llamara porque quería hablar sobre la amenaza existencial. En realidad, lo que quería era reclutarme para que fuera asesor de X.AI. Así que hablamos un poco sobre la amenaza, y luego me preguntó si sería asesor de su nueva empresa X.AI, y le dije que no”.
La visión de Musk, centrada en acelerar el desarrollo y utilizar IA para fines económicos o incluso ideológicos, contrasta con la preocupación de Hinton por los posibles efectos nocivos. Desde su perspectiva, la prioridad debería ser la regulación y el control. Y no todos los líderes tecnológicos parecen dispuestos a ello. Por su parte, Hinton, que en 2024 fue galardonado con el Nobel de Física junto a John Hopfield por sus contribuciones fundacionales a la IA, ha decidido alzar la voz frente a un desarrollo que, en sus palabras, “podría escapar del control humano”.


