El CEO de Instagram, Adam Mosseri, ha dado la cara ante uno de los mitos más persistentes sobre las redes sociales: la idea de que los teléfonos móviles “escuchan” las conversaciones de los usuarios para mostrarles anuncios personalizados.
En un vídeo publicado en la propia plataforma, Mosseri quiso zanjar la polémica con una explicación directa: “Si os espiáramos, agotaríamos la batería de vuestro móvil y lo notaríais, incluso veríais una pequeña luz en la parte superior de la pantalla”, afirmó.
Recalcó que la plataforma no utiliza el micrófono sin permiso y hacerlo sería, en sus palabras, “una grave violación de la privacidad”.
El mensaje llega en un momento especialmente sensible para Meta que ha anunciado que, a partir de diciembre, las conversaciones con su asistente de inteligencia artificial formarán parte de la personalización de anuncios y recomendaciones.
Logotipo de Instagram
Aunque este cambio no se aplicará por ahora en la Unión Europea, la coincidencia entre el desmentido y el anuncio de esta nueva política ha generado cierta desconfianza entre los usuarios, reavivando el debate sobre la privacidad digital y el manejo de datos personales.
Mosseri explicó que lo que muchos perciben como una “coincidencia inquietante” —recibir anuncios sobre temas recién mencionados en una conversación— tiene, en realidad, una base lógica.
Apps de Meta
Según él, esto puede deberse a cuatro causas principales: que el usuario haya buscado previamente ese tema sin recordarlo, que alguien de su entorno lo haya hecho, que el anuncio haya aparecido antes sin haberle prestado atención o que, sencillamente, se trate de una coincidencia.
“Nosotros no os escuchamos. No usamos el micrófono del teléfono para espiaros”, insistió el CEO, consciente de que, pese a sus aclaraciones, muchos usuarios seguirán siendo escépticos.
En 2017, un grupo de investigadores de la Northeastern University analizó más de 17.000 aplicaciones de Android, incluidas las de Facebook, para comprobar si activaban el micrófono sin el conocimiento del usuario.



