Un edificio está en semi ruina y se derrumba. Pese al precinto policial, había personas dentro y no se sabe si están vivas. Por precaución, no se pueden usar retroexcavadoras y los servicios de emergencia no saben qué hacer.
Llega la unidad canina, sin perros, pero con una furgoneta llena de instrumentos de control y monitores. Parece más una unidad móvil de televisión que otra cosa. De ahí sacan una caja llena de cucarachas y las esparcen sobre las ruinas. Los insectos se cuelan por las rendijas entre los escombros y los técnicos se meten en la furgoneta: las insectocámaras han localizado a una mujer atrapada y con vida, a tres metros de profundidad.
Esta historia más propia de Black mirror que de nuestro mundo actual está cerca de convertirse en realidad, gracias a las investigaciones de unos académicos de Singapur, que han creado el primer ejército de cucarachas vivas radiocontroladas.

Imagen de 2021. La cucaracha robótica tiene hasta una cámara de infrarrojos.
La cucaracha ya puede caminar
Cómo las robotizan
Hace unos años, ya se consiguió convertir unas libélulas en minidrones. Ahora es el momento de tener soldaditos terrestres robotizados, y las principales candidatas son las cucarachas. Los investigadores ya habían demostrado que los electrodos implantados en el abdomen de las cucarachas permitían controlar la dirección de desplazamiento y hacer que redujeran la velocidad e incluso se detuvieran. Sin embargo, la instalación de estos electrodos y una pequeña mochila con electrónica de control todavía les dio más funcionalidades.
Además, diseñaron un sistema para instalar las partes biónicas en las cucarachas casi sin intervención humana, a fin de tener una producción en serie de cara al futuro. En primer lugar, anestesian a la cucaracha con dióxido de carbono durante 10 minutos y la ponen en una estructura para sujetarla, donde se le implantan los electrodos y un brazo robótico le coloca la mochila electrónica sobre el caparazón. Acto seguido, se libera el insecto.

Imagen de 2025. La cucaracha, con un equipamiento más ligero.
Los mismos responsables de esta investigación ya habían conseguido radiocontrolar las cucarachas con un equipamiento parecido (ver la imagen de 2021, más arriba). La novedad, ahora, es que han reducido la carga y han automatizado el proceso de bionización de los insectos, con el objetivo de poder hacer ejércitos de miles de cucarachas dispuestas a explorar zonas donde solo ellas pueden entrar y salvar la vida a personas atrapadas.
Los científicos responsables del proyecto son conscientes de que la señal de radio se podría perder con facilidad en edificios derruidos, así que el siguiente paso será dotar de autonomía de movimientos a las cucarachas y programarlas para que vayan a sondear el terreno y regresen por donde han ido. La hoja de ruta está servida.