Una radio lleva casi medio siglo emitiendo este mensaje misterioso: ¿Señales del fin del mundo o un sencillo error que ha levantado las sospechas de los conspiranoicos?

Misterio

La Estación UVB-76 lleva al menos desde los 80 emitiendo una extraña secuencia de sonidos y números y muchos creen que eso nos mantiene lejos del apocalipsis

OpenAI confirma que la IA puede engañarte para cumplir sus objetivos: “Encontramos comportamientos consistentes con la maquinación en pruebas controladas”

Hombre en un centro de señal de radio.

Hombre en un centro de señal de transmisiones.

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Existen infinitos misterios en el mundo, y muchos llevan la huella inconfundible del ser humano. Son obras que sabemos creadas por personas, pero cuyo cómo y por qué se nos escapan, atormentándonos con la misma fuerza que los enigmas más insondables del universo. 

Hay en ello algo inevitable y, a la vez, profundamente poético: el mundo ya es misterioso y extraño por naturaleza, y aun así no podemos evitar volverlo todavía más enrevesado con nuestras propias manos.

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Quizá uno de los mayores misterios creados por el ser humano sea también uno de los más accesibles. No necesitas más que una radio capaz de captar emisiones de onda corta. Si la tienes a mano, basta con sintonizar la frecuencia 4625 kHz —siempre que no sea entre las 7:00 y las 7:50 de la mañana—. Al hacerlo, lo habitual es escuchar un zumbido monótono, casi hipnótico, que no parece esconder nada especial. Pero si la suerte —o la desgracia— se cruza en tu camino, ese zumbido dejará paso a algo distinto. Algo que no se olvida fácilmente.

De vez en cuando, en la Estación de Radio UVB-76, el zumbido deja paso a algo distinto. Voces en ruso. Secuencias de números. Fragmentos de conversaciones que parecen haberse colado por accidente, como ocurrió el 3 de noviembre de 2021, cuando se escuchó a un hombre decir: “Soy el 143. No recibo el oscilador”, a lo que una mujer respondió: “Eso viene de la sala de operaciones”. 

También han irrumpido canciones, desde el célebre Never Gonna Give You Up de Rick Astley hasta piezas de la saga de videojuegos Touhou, probablemente obra de piratas de onda corta que lograron secuestrar la señal durante unos minutos. Pero lo verdaderamente enigmático sigue en pie: ¿qué es exactamente la Estación de Radio UVB-76? ¿Qué función cumple? ¿Y cuál es el propósito real de esa voz fantasma que, desde hace décadas, insiste en hacerse oír?

Mensaje misterioso de una emisora antigua.

Mensaje misterioso de una emisora antigua.

La respuesta a todas esas preguntas es sencilla y frustrante a la vez: no lo sabemos. Al menos, no con certeza. Lo que sí parece fuera de duda es que la transmisión lleva activa desde principios de los años 80 y, salvo contadas interrupciones, nunca se ha detenido. Durante décadas emitió desde Povarovo, una pequeña ciudad a unos 40 kilómetros de Moscú. Sin embargo, en tiempos recientes la señal cambió de origen, dividiéndose entre dos nuevos puntos de emisión: uno cerca de San Petersburgo y otro en las inmediaciones de Pskov, junto a la frontera con Estonia.

La transmisión lleva en funcionamiento desde principio de los 80 y no ha parado desde entonces

Como no podría ser de otro modo, el misterio que rodea a la estación y su propósito ha despertado la curiosidad de investigadores, radioaficionados y exploradores de lo insólito. Lo cierto es que, después de décadas de especulación, lo único que se ha confirmado es que, cuando un grupo de exploradores urbanos logró acceder a los edificios de Povarovo desde donde se emitía la señal, lo que encontraron fue una base militar abandonada. 

Quedaba claro, entonces, que la estación cumplía —o había cumplido— algún tipo de función militar. Lo que sigue sin saberse es cuál exactamente. Al menos de manera oficial. Porque lo demás son teorías. Y en torno a UVB-76, las teorías no escasean.

El edificio desde donde presuntamente se enviaría la señal de radio.

El edificio desde donde presuntamente se enviaría la señal de radio.

A la Estación UVB-76 la llaman “La Radio del Día del Juicio Final”

Algunos creen que UVB-76 es un canal cifrado de comunicaciones militares. Otros sostienen que se trata de un sistema de mensajes encubiertos para la red de espías rusos repartidos por el mundo. Sin embargo, la hipótesis que más fuerza ha ganado con el tiempo es mucho más inquietante: la de que la estación forma parte de un “dispositivo de hombre muerto”. 

Es decir, un mecanismo semiautomatizado diseñado para garantizar que, en caso de un ataque nuclear devastador contra Rusia que aniquilara a sus mandos militares, el país pudiera responder con un contraataque igualmente nuclear de manera automática. 

La hipótesis que tiene más tracción es que se trata de un dispositivo de hombre muerto: un sistema semiautomatizado para que, si hubiera un ataque nuclear contra Rusia y no quedara nadie vivo para responder, respondieran de vuelta automáticamente con un ataque nuclear de represalia

De ahí la necesidad de que, cada cierto tiempo, voces humanas irrumpan en la señal introduciendo secuencias aparentemente ininteligibles: son el recordatorio para las máquinas de que “todo está en orden, aún estamos vivos, todavía no es momento de vengarnos”. Una rutina mecánica y siniestra que, según esta teoría, mantiene a raya —casi sin que lo notemos— la sombra del apocalipsis nuclear.

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Por todo esto, a la Estación UVB-76 se la conoce a menudo como la Radio del Día del Juicio Final. No son pocos quienes creen que, llegado el momento, ese zumbido imperturbable será lo último que escuche la humanidad antes de desaparecer. ¿Tiene fundamento esta idea? Ninguno. ¿Es factible? Tanto como cualquier otra cosa que podamos imaginar. Lo único cierto es que, probablemente, jamás sabremos con seguridad cuál es el verdadero propósito de esta extraña transmisión. Y quizás sea mejor así, porque a veces el misterio es menos aterrador que las posibles respuestas.

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