Es uno de los espectáculos astronómicos que más curiosidad causan, especialmente por lo fácil que es presenciarlo. La llegada de un cometa es siempre un acontecimiento que millones de personas disfrutan a simple vista o con unos simples prismáticos.
El más famoso de todos es el típico cometa Halley, que pasa cada 76 años y que todas las generaciones han visto en algún momento de su vida. Sin embargo, hay otros cometas que solo pasan una vez o no tienen una regularidad concreta, de modo que, si pasa y te lo pierdes, no lo volverás a ver.
Cometa C/2025 (Lemmon), con la luna casi nueva y la coincidencia con la lluvia de estrellas Oriónidas, visto desde Sant Bartomeu del Grau.
Este es el caso del cometa que veremos pasar esta noche de lunes a martes, desde el hemisferio norte. Se trata del C/2025 A6, también conocido como Lemmon, descubierto el pasado mes de enero, y que no tiene una frecuencia exacta, pero se aproximaría a una vez cada 1.350 años. Es una espera demasiado larga.
Según la NASA, el cometa Lemmon alcanzará su punto más cercano a la Tierra alrededor del 21 de octubre de 2025, pasando a una distancia de aproximadamente 0,60 unidades astronómicas (UA, que equivale a la distancia entre la Tierra y el Sol). Alrededor de esa fecha, probablemente alcanzará su brillo máximo y podría ser visible a simple vista si las condiciones son favorables en cielos oscuros.
El martes, el mejor día
Cómo localizarlo
Hay una forma de localizar el cometa a simple vista. Para ello, unos 45 minutos después del anochecer, hay que mirar al oeste. Tenemos que buscar la Osa Mayor (cualquier aplicación de mapa estelar nos servirá). Una vez ubicada la Osa Mayor en el firmamento, traza una línea curva a partir de su cola hacia la estrella más brillante de esa región celeste, que se llama Arturo. Nos va a resultar muy útil encontrarla porque este martes 21 de octubre, coincidiendo con su mayor proximidad a la Tierra (101 millones de kilómetros), el cometa se nos presentará en la constelación de Boyero, cercano a Arturo.
La línea amarilla que trazaríamos imaginariamente desde la cola de la Osa Mayor se cruza con la trayectoria del cometa Lemmon.
La trayectoria del cometa estará a un 65-70% del camino que recorre la línea imaginaria hasta Arturo. Teniendo en cuenta la inmensidad del firmamento, esta sería una pista muy aproximada del punto hacia el que debemos mirar para encontrarlo.
Si prefieres la ayuda de una app, podemos recomendarte Stellarium, que te permitirá buscarlo y, con realidad aumentada, te mostrará un punto aproximado.
Se ve a simple vista, aunque con unos prismáticos, mucho mejor
El cometa Lemmon es perfectamente visible a simple vista en entornos oscuros, sobre todo desde España, México y centroamérica, dado que se desplaza por el hemisferio norte celeste.
Si nuestro entorno está contaminado lumínicamente, podremos ver el cometa empleando unos prismáticos astronómicos, preferentemente de 7 a 12 aumentos. Si tenemos unos prismáticos sencillos, pues también servirán, con la ayuda de una app. Lo ideal es apuntarlos sobre la estrella Arturo y desplazarlos hacia Alkaid hasta encontrar el cometa. Podemos repetir ese recorrido con los prismáticos lentamente tantas veces como sea necesario hasta que topemos con una estrella nebulosa dotada de una cola en dirección contraria al Sol.
El cometa 2025 A6 Lemmon desde la ermita de Santa Bàrbara, Sant Feliu de Buixalleu, Girona. Telescopio Askar FRA400 a 280 mm con un cámara Player One Ares-C PRO.
Lo más llamativo del cometa Lemmon es que se acerca al Sol y comienza a sublimar sus hielos conforme se calienta su superficie, por lo que en las fotografías vemos que posee una cola azulada llamada iónica, ondulante y capaz de distorsionarse bajo el influjo del viento solar.
Lo más importante es estar en un lugar sin contaminación lumínica, pues los cometas (y la mayoría de cuerpos celestes) pierden intensidad si el entorno está iluminado. Quizá sería una excusa ideal para escaparnos unas horas a un lugar alejado de la civilización y disfrutar de la naturaleza en un horario poco habitual.


