En Silicon Valley no faltan historias de personas que dejaron sus estudios en grandes universidades para “perseguir una idea”. Es el caso de Steve Jobs, Bill Gates o Mark Zuckerberg. Sin embargo, y aunque estos dos últimos lo hicieran, a día de hoy sigue siendo insólito que alguien abandone Harvard para montar una empresa. Pero hay dos personas más que se han sumado a la lista: AnhPhu Nguyen y Caine Ardayfio.
Nguyen y Ardayfio estudiaban juntos en la universidad cuando comenzaron a desarrollar una idea visionaria: unas gafas impulsadas por inteligencia artificial para, según sus propias palabras, “hacerte súperinteligente desde el momento en que te las pones”. Así, dejaron todo para montar Halo, startup que ahora está comenzando a dar sus primeros frutos.
Las gafas, recién presentadas en preventa, se llaman Halo X y son capaces de escuchar, transcribir y mostrar información relevante en tiempo real. “Las gafas te dan memoria infinita”, cuenta Nguyen. “La IA escucha cada conversación que tienes y usa ese conocimiento para decirte qué decir… algo así como Cluely en la vida real”.
Pero no solo cuenta con ese uso. “Si alguien dice una palabra compleja o te hace una pregunta como ‘¿Cuánto es 37 elevado a tres?’ o algo así, la respuesta aparece automáticamente en la lente”, añade Ardayfio.

Gafas Halo X.
Halo ha recaudado 1 millón de dólares en fase pre-semilla, liderada por Pillar VC, con el respaldo de Soma Capital, Village Global y Morningside Venture. Las gafas se ofrecerán a 249 dólares en preventa a partir de esta semana, y se espera que un modelo definitivo esté disponible entre los primeros meses de 2026 por entre 300 y 500 dólares.
Halo X utiliza micrófonos, una pantalla integrada y depende del móvil del usuario para procesar la información. Además, combina las capacidades de razonamiento del modelo de lenguaje Gemini de Google con búsquedas en Internet a través de Perplexity.
Durante su estancia en Harvard, AnhPhu Nguyen y Caine Ardayfio desarrollaron I‑XRAY, una app que añadía reconocimiento facial a las smart glasses de Meta y que permitía identificar a personas sin su consentimiento
La transcripción del audio corre a cargo de Soniox, que asegura que no almacena las grabaciones, de modo que es una herramienta “segura” para los usuarios. Además, tal y como comentan los creadores, futura versión oficial del producto integrará cifrado end-to-end y busca certificación SOC 2, aunque aún sin fecha confirmada
Sin embargo, las gafas ya están levantando ampollas. La ausencia de un indicador externo que advierta que se está grabando, a diferencia de las gafas de Meta, ha generado preocupación. Como comenta Eva Galperin, directora de ciberseguridad de la Electronic Frontier Foundation: “Esto normaliza grabar todo el tiempo, lo que erosiona la expectativa de privacidad que tenemos en nuestras conversaciones.”
Nguyen y Ardayfio reconocen que en una docena de estados de EE. UU. se exige el consentimiento de todas las partes para grabar, pero lo dejan en manos del usuario, sin querer mojarse al respecto. Porque, además, hay otro tema clave a tener en cuenta: el historial de los creadores.
Durante su estancia en Harvard, AnhPhu Nguyen y Caine Ardayfio desarrollaron I‑XRAY, una app que añadía reconocimiento facial a las smart glasses de Meta y que permitía identificar a personas sin su consentimiento. Una iniciativa que recuerda a esta y que nos hace pensar que no estamos ante los mayores módelos de la ética tecnológica, precisamente.