Quien no se haya planteado todavía el debate sobre la sostenibilidad de la inteligencia artificial (IA), aquí tiene un buen punto de apoyo. El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, ha anunciado a través de la red Threads la construcción de un macrocentro de datos para alimentar las necesidades de procesamiento de su nuevo Superintelligence Lab, capitaneado por Alexandr Wang.
Inicialmente, tendrá una potencia de procesado de dos gigavatios, aunque la intención es ampliarlo hasta los 5 GW, en una infraestructura que, por extensión, llegaría a cubrir la mayor parte de la isla de Manhattan, según ha publicado Zuckerberg.
En el post informa que su hoja de ruta pasa por más de un centro de datos. El más inminente es Prometheus, que abrirá en 2026 y tendrá una capacidad de procesamiento de un gigavatio. Pero lo más colosal no es Prometheus, sino el monstruoso Hyperion.

Zuckerberg anuncia el macrocentro de datos Hyperion.
Macrocentro de datos
La bestia necesita comida
Cuando uno se lleva un león a casa para tenerlo como mascota, tiene que tener en cuenta que le va a tener que dar de comer, si no quiere que el propio león se lo coma a él. En el caso de Zuckerberg, su león se llama Superintelligence Lab, y va a tener mucha hambre. Por eso, una vez formado el equipo, ahora se tiene que ocupar de producir el alimento necesario en forma de macrocentros de datos.
El máximo exponente de su plan para los próximos años, Hyperion, lo va a abrir en Luisiana. Según la portavoz de Meta Ashley Gabriel, la idea que el centro inicial de 2 GW de capacidad entre en funcionamiento en 2030, que se ampliará hasta 5 GW en los años siguientes.
El objetivo de estos grandes complejos de datos es ponerse a la altura de otras grandes plataformas de IA, como OpenAI, Anthropic o DeepMind de Google, ya que sin el músculo necesario, todos los cerebros que acaba de fichar serían de poca utilidad.

Los Vengadores de Zuckerberg: Meta ha fichado a los mayores genios del siglo XXI para liderar el futuro de su inteligencia artificial, y Alexandr Wang es su líder.
¿IA sostenible?
Un saco sin fondo para los recursos naturales
El proyecto de Meta no parece tener en cuenta la ingente cantidad de energía que va a necesitar, que equivaldrá a de que usan millones de hogares, así como los hectómetros cúbicos de agua que tendrán que gastar para refrigerarse.
De hecho, el New York Times ya ha informado que uno de los proyectos de macrocentro de datos de Meta dejó sin agua a algunas casas de un pueblo del estado de Georgia la semana pasada.