En la última década, Elon Musk ha hecho de todo para demostrar que lo suyo no es seguir las normas. En cada nuevo paso que ha dado en sus empresas, ha hecho movimientos que el resto del mundo consideraría raros, pero que le ha valido el título como hombre más rico del planeta.
Entre estos movimientos catárticos se encuentra el nombramiento de Diego Pasini, un chaval de apenas 19 años, como responsable del equipo de anotación de datos de xAI, la empresa detrás del chatbot Grok. Esto quiere decir que es el nuevo encargado de liderar el área de entrenamiento del modelo de lenguaje de Musk.
Ani, uno de los avatares animados de Grok.
Lo peor es que el nombramiento de Pasini no llegó solo, sino que lo hizo junto a una purga increíble: Musk despidió el pasado septiembre a más de 500 empleados para dejar hueco a figuras como la suya. Esto incluye, ojo, a directivos y veteranos con años de experiencia en Tesla o SpaceX.
Pasini llegó a xAI tras ganar un hackathon, un método cada vez más habitual entre las grandes empresas, organizado por la empresa en San Francisco. Su perfil en LinkedIn indica que estudió brevemente en la Universidad de Pensilvania antes de tomarse un descanso académico, pero lo cierto es que su currículum está lejos de ser el de joven genio que ha resultado ser (al menos, para Musk).
“Cualquier persona con medio cerebro sabe que todas las empresas de Elon están en su fase inicial”, dijo Pasini poco después de ser fichado por el magnate. Y de hecho, él contesto claro: “Probablemente sea cierto”.
Si nos ponemos a pensar en las empresas de Musk, la frase cobra relevancia. Coches eléctricos, cohetes low cost, implantes cerebrales, IA... está claro que el CEO de Tesla está pensando en el futuro más que en el presente, y eso lo coloca como un empresario que aún está en los inicios de lo que puede llegar a conseguir.

