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Profesor Greg Kondrak, sobre el enigma de hace 600 años que la inteligencia artificial está ayudando a resolver: “Es un hallazgo sorprendente”

Inteligencia artificial

El Manuscrito Voynich.

EFE

Conocido como “el manuscrito más misterioso del mundo”, el Manuscrito Voynich es un códice de 240 páginas que lleva más de 600 años escrito. Sin embargo, nadie ha resuelto, desde que fue adquirido en 1912 por el librero Wilfrid Voynich, su verdadero significado. Durante años, científicos y lingüistas han trabajado por descubrir qué aguarda este libro, y ni siquiera habían reconocido el idioma en el que está escrito.

Sin embargo, esto podría haber cambiado gracias a la inteligencia artificial. En los últimos años, varios equipos de investigación han comenzado a trabajar con algoritmos interpretativos en busca de descubrir patrones que el ojo humano, de momento, no ha logrado ver. Y uno de estos equipos ha logrado una primera gran pista hacia su significado real.

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Ha sido el trabajo del profesor Greg Kondrak, del Departamento de Informática de la Universidad de Alberta (Canadá), el que ha dado el primer paso en la búsqueda del significado de este código. Y para ello comenzó con algo sencillo: su idioma.

La primera pregunta que Kondrak le hizo a su IA era “¿en qué idioma está escrito el Voynich?” Y aquí llegó su primer gran descubrimiento. Para responder, compararon estadísticamente el manuscrito con traducciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en unos 400 idiomas distintos. El sistema analizaba la frecuencia de los símbolos, la longitud de las palabras y otros patrones lingüísticos para buscar similitudes.

Las páginas del manuscrito Voynich están llenas de ilustraciones de plantas, signos del zodíaco y mujeres desnudas.

Yale University

Ella hizo recomendaciones al sacerdote, al cabeza de familia y a mí y a otras personas

Manuscrito Voynich

Y, aunque pensaban que era árabe, la IA digo algo distinto: estaba escrito en hebreo. “Eso fue sorprendente. Y decir 'esto es hebreo' es solo el primer paso. El siguiente es cómo lo desciframos”, explicó Kondrak al presentar el estudio.

En ese momento, descubrieron no solo que se trataba de árabe, sino que además estaba escrito mediante “alfagramas”; es decir, palabras cuyas letras se escriben en orden alfabético, como si cada una de ellas contara con un anagrama sistemático propio. 

Algunas de las páginas del manuscrito Voynich, escrito en un idioma incomprensible.

Yale University

Para seguir sabiendo más, con un nuevo algoritmo, “desordenaron” de nuevo las letras de las primeras páginas y las compararon con un diccionario de hebreo. Según Kondrak, “más del 80 % de las palabras aparecían en un diccionario hebreo, pero no sabíamos si tenían sentido juntas”.

Es decir, todavía quedaba mucho por hacer. Pero lograron, gracias simplemente a Google Translate y la lógica, una cadena de texto que, corregida tras unas faltas de ortografía, tenía algo de sentido. “Ella hizo recomendaciones al sacerdote, al cabeza de familia y a mí y a otras personas”, dice, entonces, la primera línea del libro.

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Aun así, no las tenían todas consigo. Tal y como cuenta Kondrak, “Es una frase extraña para abrir un libro, pero gramatical y comprensible”, que desde luego ya es un primer paso. No obstante, aún queda mucho por hacer para descubrir el manuscrito. Aunque se ha podido avanzar gracias a que la IA identifica patrones... Todavía no ha llegado a descubrir todo sobre este códice. Un misterio que puede que los futuros algortimos resuelvan.