Han pasado quince años desde que me creé mi cuenta de X —en aquel entonces conocido como Twitter, el nombre que muchos se resisten todavía a dejar de darle— y, desde entonces, la he utilizado de manera prácticamente diaria. Lo que empezó como una pequeña distracción, un elemento de ocio al navegar por Internet, se convirtió en un hábito inconsciente: sacar unos minutitos entre tareas o en los ratos muertos para leer mi timeline. Pero, por primera vez en más de una década, X se me ha olvidado por completo.
La culpa la tiene BlueSky. Una red social incipiente y ciertamente no tan poblada como la pionera del microblogging, pero que ha ido ganando adeptos poco a poco. Algunos de sus usuarios acudieron a esta nueva red social después de que Elon Musk comprase Twitter en el año 2022 e implementase políticas tan impopulares como el check azul, un modelo de suscripción que da un extra de visibilización a los usuarios de pago. Otros simplemente se cansaron del modelo algorítmico de ordenación de posts que la compañía estaba, ya antes de Musk, implementando.
Pero lo que ha matado X para mí después de tantos años, y lo que me ha hecho entrar, de lleno, en su competidora más independiente, es una función mucho más sencilla: los feeds.
Sobre el papel, los feeds de BlueSky no parecen gran cosa. Se trata de unas listas personalizables que agrupan temáticamente los posts dentro de la plataforma. Pero a diferencia de, por ejemplo, la opción de Listas de X, los feeds no recopilan los mensajes de usuarios concretos seleccionados por la persona que los haya creado, sino que registran palabras clave, hashtags e incluso emojis.

Busto en bronce de Elon Musk en Starbase.
Podemos crear nuestros propios feeds —aunque el proceso todavía pulirse un poco; se requiere de una herramienta externa a la propia aplicación— y personalizar qué palabras e inputs hacen que los posts de otros usuarios aparezcan en él. En esencia, es como si creásemos nuestro propio algoritmo personalizado con los criterios que más nos gusten.
Pero en realidad no hace falta, ni siquiera, que creemos nada. Los usuarios (y los propios administradores de BlueSky) se han puesto las pilas para crear una gran variedad de feeds que podemos visitar e incluso anclar a nuestra página principal. Es decir: podemos acceder a ellos de manera sencilla desde el mismo momento en el que abrimos la aplicación, sin ningún paso extra.

Sistema de verificación de Bluesky.
Algunos feeds agrupan los posts por idioma o país, como BlueSky Ñ, con los mensajes más populares de los usuarios españoles. Otros añaden funcionalidades extra a la plataforma: el feed de “Ponernos al día” nos indexa los posts más populares de las últimas 24 horas en la plataforma, para asegurarnos de que no nos perdemos nada. El de “Seguidores mutuos” nos muestra solo las publicaciones de usuarios que seguimos y nos siguen, separando a nuestros amigos y conocidos de los posts de medios o usuarios anónimos.
Pero, en general, la funcionalidad es particularmente interesante para seguir contenido específico de nuestros hobbies o intereses. Hay feeds centrados en series o películas, sobre videojuegos (y desarrollo de estos), juegos de mesa, lucha libre e incluso usuarios que escriben usando plumas estilográficas. Una vez que encontré los feeds que se ajustaban a la perfección a los posts, noticias y comentarios que me gusta ver en Internet, mi uso de X y, en general, de las redes sociales con funcionalidades algorítmicas fue cayendo en picado.
Quizás el fuerte de los feeds de BlueSky no es exactamente que sean una idea brillante o particularmente compleja. Si no que son una ventana a la manera en la que solía funcionar Internet hace más de una década, cuando el contenido estaba agrupado de manera cronológica o temática, no dependiendo tanto de las modas del momento o de la cantidad de interacciones que acumulase cada post. El internet pre-algorítmico que muchos echamos de menos.