4 CEOs y un funeral (digital): ‘Mountainhead’, la nueva sátira de Max, no deja títere con cabeza y ataca sin pudor a toda la casta de las Big Tech

Mountainhead

Siguiendo las reglas de la tragedia griega, la película 'Mountainhead' ridiculiza a la élite tech desde una mansión nevada

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Fotograma de 'Mountainhead', protagonizada por Steve Carell.

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Max

En un capítulo de la serie de TV3 Merlí se afirma que, teniendo en cuenta su filosofía, Aristóteles tendría redes sociales si viviera en nuestra época. Estoy de acuerdo. Es más, creo que también mantendría una suscripción a las principales plataformas de streaming y que, después de ver la última película de Steve Carell en Max, tuitearía que le ha gustado. Sí, sin duda el sabio griego disfrutaría de una noche de peli y manta con Mountainhead, una sátira que cumple a su manera con la regla de las tres unidades que el filósofo dejó entrever en su Poética como componente común en toda buena tragedia que se precie.

Y aunque esto es una comedia, la norma aristotélica ha marcado tanto nuestra manera de contar historias que su influencia todavía puede advertirse hoy en esta ácida película de Jesse Armstrong, creador de Succession. La acción ocurre en un solo lugar —una lujosa mansión en la montaña— durante una única unidad de tiempo —un fin de semana— y gira en torno a un único conflicto: cuatro CEOs tecnológicos, en un retiro, enfrentan una crisis global provocada por sus propias empresas y deberán decidir si la resuelven o la explotan en su beneficio.

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Los personajes representan cuatro máscaras griegas, voluntades tecnocráticas diferentes elevadas a la máxima potencia en su caricatura. Por un lado, Steve Carell da vida a Randall Garret, un veterano de la inversión en tecnología y mentor del grupo, quien hizo fortuna al conectar de manera temprana su infraestructura de telecomunicaciones a la difusión masiva en redes. Esta mezcla entre Peter Thiel y Bill Gates no se queda solo en eso. También aspira a esquivar la muerte gracias a la fusión de la mente con Internet en un futuro cercano. Sea cual sea el coste que ello conlleve a nivel humano.

Como alumno aventajado de Randall, tenemos a Venis Parish (Cory Michael Smith), CEO de Traam, una plataforma de redes sociales erigida en el principal desencadenante de la crisis global a causa de la difusión de desinformación generada por IA y deepfakes. Venis sería una amalgama de figuras como Elon Musk y Mark Zuckerberg, representando a un desarrollador visionario y transhumanista con una fe ciega en la tecnología. Incluso cuando esta causa estragos en el mundo real, tan cercano a la posverdad que es incapaz de reconocer cuándo un hecho es cierto o no.

Opuesto a Venis, nos encontramos con Jeffrey “Jeff” Abredazi, interpretado por Ramy Youssef, la otra cara de la criptomoneda. Es el fundador de Bilter, una empresa de IA especializada en verificación de hechos. Jeff recuerda a esos casos de tecnólogos con cierta conciencia ética, como Jack Poulson, que se ven atrapados en juegos de poder y ambiciones personales. Que odian y aman a sus propias creaciones tanto como Gollum odia y ama al Anillo Único —y a sí mismo—.

Por último, llegamos al anfitrión de la reunión, Hugo Van Yalk (Jason Schwartzman). Es considerado el pobre del grupo y apodado “el Sopas” por eso mismo. Con un patrimonio neto de —tan solo— 521 millones de dólares, busca la validación de sus amigos milmillonarios incitándoles a invertir en su nueva app de meditación llamada Slowzo. Hugo está inspirado en la idea del emprendedor espiritualizado a lo Steve Jobs o Jack Dorsey, bien conocido este último por su debilidad por el mindfulness.

Fotograma de 'Mountainhead', nueva película protagonizada por Steve Carell.

Fotograma de 'Mountainhead', nueva película protagonizada por Steve Carell.

Max

De nuevo, las personas que ostentan el poder son motivo de chanza. Algo también muy griego. En la comedia ática incluso se llegaba a romper la cuarta pared para señalar a los políticos asistentes entre el público que eran considerados como causantes de los males de la ciudad. De igual modo, en esta película los magnates de las tecnológicas son señalados como culpables de genocidios, guerras civiles, levantamientos populares y barbaries de todo tipo.

Y es que, más allá de sus reducciones al absurdo, Mountainhead propone unas cuantas tesis interesantes sobre la evolución de la alianza entre redes sociales y la inteligencia artificial que ya lleva un par de años fraguándose. Los bulos, la desinformación y los deepfakes están a la orden del día, aupando al poder ideologías ultraconservadoras, dando foco a teorías locas de la conspiración, fomentando las idioteces de gurús sin formación e incluso reviviendo el terraplanismo. No resulta difícil pensar en una IA generativa con tal grado de sofisticación que, implementada en un complejo mediático, cause una catástrofe social a nivel mundial.

Fotograma de 'Mountainhead', nueva serie protagonizada por Steve Carell.

Fotograma de 'Mountainhead', protagonizada por Steve Carell.

HBO

¿Qué haría Aristóteles ante tal escenario? ¿Cerraría sus perfiles de Meta? ¿Mandaría a paseo a Elon Musk y se iría a Bluesky como hizo este periódico? ¿O quizá se buscaría un nuevo Alejandro Magno al que educar para intentar unificar los reinos tecnológicos en un solo imperio filantrópico?

Tiene pinta de algo más parecido a la última propuesta. El alumno díscolo de Platón era un genio, pero no un santo. Tendría un perfil de LinkedIn magnífico como consultor a ojos del Olimpo tecnológico.

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