Anthropic, la empresa de inteligencia artificial que se ha distinguido por su compromiso con el desarrollo ético y responsable de la tecnología, atraviesa una paradoja.
Según apunta Wired, el CEO de Anthropic, Dario Amodei, reconoció internamente que aceptar financiación de países como Emiratos Árabes Unidos y Catar supone llenar los bolsillos de “dictadores”, pero admite que es una decisión prácticamente inevitable para sostener el crecimiento de la empresa.
“Esto es un aspecto negativo real y no me entusiasma. Desafortunadamente, creo que el principio de ‘ninguna persona mala debería beneficiarse de nuestro éxito’ es bastante difícil de sostener para dirigir una empresa”, escribió.
Anthropic, fundada por exmiembros de OpenAI, ha construido su identidad alrededor de una supuesta “IA constitucional” basada en principios como la libertad, la igualdad y el respeto a los derechos humanos.

Darioa Amodei, director ejecutivo de la empresa de desarrollo de IA, Anthropic
Sin embargo, el discurso ético parece tambalearse frente a la presión de financiar costosas infraestructuras de inteligencia artificial, que requieren grandes inversiones y generan un alto impacto ambiental.
Amodei ha justificado este acercamiento económico al Golfo como una medida necesaria: “Si queremos seguir en la frontera de la innovación, obtenemos un beneficio muy grande al tener acceso a ese capital. Sin él, es sustancialmente más difícil mantenernos en la vanguardia”.

Claude, Anthropic
El directivo ha intentado matizar la polémica afirmando que Anthropic no construirá infraestructura en Oriente Medio y que no entregará hardware sensible a “gobiernos autoritarios”. “Es peligroso”, puntualizó.
No obstante, este giro contrasta con su decisión previa de rechazar inversión de Arabia Saudí alegando razones de seguridad nacional.
Ahora, en un clima de creciente competencia, Amodei señala que hay “una cantidad verdaderamente enorme de capital” en la región (“fácilmente 100.000 millones de dólares o más”) y deja claro que la prioridad es seguir compitiendo con gigantes como OpenAI, recientemente implicada en el proyecto Stargate, financiado también por los Emiratos.