En el cruce inevitable entre arte, tecnología y estrategia, Rei Inamoto encarna la idea del creador del siglo XXI: un empresario con visión disruptiva que entiende el código como lenguaje poético. Lejos del cliché del “diseñador con fortuna”, Inamoto ha hecho de su discurso un mapa práctico para navegar el caos digital y liderar a audiencias y equipos.
La filosofía de este empresario millonario puede basarse en una cita que dio en el Fearless Creative Leadership Podcast, y que resume bastante bien lo que piensa: “Debes ser muy juicioso con lo que decides rechazar. Decir ‘no’ es fácil: ‘no, es una mala idea; no, eso no funcionará’. Pero el verdadero liderazgo consiste en encontrar una manera de decir ‘sí’. En cómo transformar una idea mediocre en una buena idea”.
Esa manera de entender el liderazgo se refleja en su trabajo al frente de I&CO, el estudio-laboratorio que fundó en Nueva York tras más de una década como director creativo global de AKQA. Tal y como explica Inamoto, él no busca simplemente “hacer campañas”, sino construir sistemas de innovación que mezclen diseño, tecnología y cultura.
Rei Inamoto, fundador de Inamoto&Co.
Su estudio funciona como un espacio experimental, como si desarrollara tecnología, donde se prueban ideas que pueden marcar el devenir del futuro: servicios, marcas y productos que exploran cómo la creatividad puede anticiparse al cambio.
Su visión del diseño está profundamente influida por la tradición japonesa. En una entrevista con Branding in Asia, explicó que la clave de su método está en restar, no en sumar: “La publicidad nunca fue una elección intencional. Quería ser diseñador y, hasta hoy, eso es con lo que más me identifico. Con los años he aprendido el poder de la sustracción. Sospecho que eso proviene de mi educación japonesa. Mi padre dirigía una empresa de arquitectura y muebles, y crecí viendo carpintería japonesa, que se basa totalmente en restar. Creo que eso ha influido profundamente en mi forma de trabajar”.
Me inspira encontrar cosas interesantes en la intersección del arte con el código
Esa “estética de la sustracción” es la que guía tanto sus proyectos como su pensamiento: eliminar lo innecesario hasta dejar visible la estructura emocional de las ideas. De esta forma, en la era de la saturación informativa, donde todo compite por llamar la atención, Inamoto defiende la belleza del silencio, la pausa, el espacio vacío que da sentido a lo que permanece.
Esa filosofía —heredera del ma, el concepto japonés que define “el espacio entre las cosas”— no es nostalgia orientalista: es una estrategia contemporánea para sobrevivir a la sobrecarga tecnológica. Así, Inamoto considera que la tecnología no debe entenderse como un fin en sí misma, sino como un instrumento de conexión. En una conversación con AdLatina, reconoció: “Me inspira encontrar cosas interesantes en la intersección del arte con el código”.
Además, en la misma entrevista deja claro que su diagnóstico sobre el presente es claro: “La muerte de los medios masivos ya no es una predicción: es una realidad”. Para él, la comunicación ya no se mide en audiencias sino en ecosistemas. De esta forma, las marcas deben comportarse como plataformas culturales capaces de generar comunidad.
Quizá por eso su discurso ha calado tanto en Silicon Valley y en la industria creativa global. Rei Inamoto no se limita a diseñar, sino que propone una nueva forma de entender la innovación, donde la emoción está en el centro.


