El ‘tió’ del Parlament

La novedad navideña este año en el Parlament es que al pesebre que se instala desde hace unos años y al abeto gigante procedente de Espinelves se sumará un tió , un tronco que a cambio de darle comida durante varios días caga regalos para los niños cuando se le golpea con un bastón. Se decidió hace unas semanas, en una reunión de la Mesa, pero no estaba claro cómo llegaría. En estos últimos años hay cierto debate entre los que defienden la tradición y que el tió aparezca de un día para otro por sorpresa y aquellos que abogan por ir a buscarlo al bosque –alguien lo esconde previamente– y convertir esa búsqueda en una actividad lúdica para los más pequeños de la casa. En la Cámara catalana se barajó la posibilidad de recogerlo en Mura, pero finalmente no se celebrará en esa localidad del Bages una reunión del órgano rector y lo llevará la semana que viene a la institución la fundación Ampans, que acompaña y apoya a las personas con discapacidad intelectual o en situación de vulnerabilidad. La Mesa se reunirá el lunes en un albergue en Barcelona.