Rebaja histórica de la deuda autonómica

Siempre que Catalunya logra una mejora para su financiación se beneficia igualmente el conjunto de las comunidades autónomas. Así ha sido el café para todos en la historia reciente. Y así sucede ahora también con la condonación de 83.252 millones de euros de la deuda que acumulan las autonomías de régimen común –pactada en su día entre el Gobierno y ERC–, que se debe aprobar en la reunión que hoy celebrará el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Será el Estado el que pasará a asumir ese histórico volumen de deuda pública, procedente del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), constituido durante la crisis financiera, para aliviar la difícil situación de buena parte de las autonomías. Pero como sucede también la mayoría de las veces, el Partido Popular se opone a las mejoras de financiación negociadas por Catalu­nya y las utiliza como arma de enfrentamiento territorial para desgastar al PSOE. Se trata de una estrategia equivocada que va en contra del beneficio común.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha ordenado a todos sus barones autonómicos que voten en contra de la condonación general de la deuda por considerar que es una maniobra exclusivamente en beneficio de Catalunya, ya que es la comunidad más endeudada.

Núñez Feijóo pide a sus barones autonómicos que voten en contra de una medida que los beneficia

Según los números presentados por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se da la gran paradoja de que la mayoría de las autonomías beneficiadas por la condonación de deuda están gobernadas por el PP. En concreto, la más beneficiada es Andalucía, con 18.791 millones de euros, seguida de Catalunya (17.104 millones), Comunidad Valenciana (11.210 millones) y Madrid (8.644 millones). Estas rebajas de deuda, adicionalmente, reducirán la carga anual de intereses de las autonomías y, en algunos casos, les permitirán el retorno a los mercados para financiarse.

Uno de los principales argumentos del PP es que dicha condonación de deuda trata igual a las autonomías que están bien gestionadas financieramente que a las que lo hacen mal, y de estas cita únicamente a Catalunya. Los representantes del PP en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de hoy “van a votar que no a la desigualdad, a que se premie la mala gestión, a los privilegios y a la compra de la presidencia del Gobierno con pago en efectivo del dinero de todos los españoles a los independentistas”, ha dicho Núñez Feijóo. El principal partido de la oposición también argumenta que se utiliza el dinero de todos los españoles para pagar, ahora, los gastos extraordinarios derivados del procés en las épocas de Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès al frente de la Generalitat. Este argumento es falaz porque si Catalunya es la comunidad con mayor volumen de deuda es porque también es de las más penalizadas por el actual sistema de financiación autonómica, cuya reforma está pendiente desde hace más de diez años. El procés , en todo caso, supuso una pérdida de oportunidades para el crecimiento de la economía de Catalunya, pero no una desviación de los presupuestos públicos.

La estrategia del líder nacional del PP en este asunto de la condonación de la deuda podría llegar a ocasionarle tensiones no solo con el Gobierno de Sánchez, sino incluso con sus propios barones autonómicos, ya que algunas de las comunidades gobernadas por su partido –al margen de Madrid– tienen unas finanzas muy ajustadas. María Jesús Montero ha puesto el dedo en la llaga al invitar a rechazar la oferta de condonación de la deuda a todos los que hoy voten en contra de esta.

Hacienda sugiere que las autonomías del PP rechacen la condonación si no les parece bien

Los barones del PP, así como su líder nacional, tienen tiempo para reflexionar sobre su postura porque el proceso de condonación de la deuda será largo. Hoy, pese a los votos en contra de las autonomías populares, el Consejo de Política Fiscal y Financiera aprobará el proyecto gracias al voto de calidad de la ministra de Hacienda y de los ocho representantes del Gobierno. Luego dicho proyecto, articulado como ley orgánica, deberá ser aprobado también por el Consejo de Ministros y, en última instancia, debatido y revalidado por la mayoría del Congreso de los Diputados. En este último trámite el Gobierno deberá pactar el apoyo de Junts y Compromís, dos de sus aliados, que ven la citada rebaja de la deuda autonómica insuficiente.

Al margen del alivio financiero que comportará dicha medida, que supone reducir un 20% el endeudamiento pendiente del FLA, lo urgente e importante, como dijo Pedro Sánchez en la última conferencia de presidentes autonómicos, es “acordar entre todos un nuevo modelo de financiación autonómica que concilie la multilateralidad y la bilateralidad, blinde la solidaridad entre territorios y garantice más recursos”. Tan difícil como necesario para el conjunto de autonomías, especialmente para Catalunya.

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