La testosterona de las palabras

FUTUROS IMPERFECTOS

La testosterona de las palabras
Consejero editorial

Carlos Alcaraz se hizo tatuar tres C en el antebrazo izquierdo, que se corresponden con las iniciales del lema que su abuelo le dio para triunfar: “Cabeza, corazón y cojones”. La frase pone la testosterona a la misma altura del talento. De hecho, Alcaraz hizo un acto de amor con su pariente más que un acto de fe. En la vida son tanto o más importantes para el éxito la constancia, la audacia, el compromiso o el esfuerzo. El propio tenista murciano en una entrevista reconoció que utilizaba más la cabeza que “lo otro” en su carrera.

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Alejandro García / Efe

De la frase se ha apropiado el entrenador italiano del Madrid, Carlo Ancelotti, que se refirió a ella para motivar a sus jugadores antes del partido contra el Arsenal en el Bernabeu, después de su amplia derrota en Londres. Carletto es un hombre sabio, pero entiendo que, a la vista de que su equipo no pasa por su mejor momento, se agarró al lema del abuelo del tenista, sin duda más trumpista que woke.

La frase del abuelo de Alcaraz para triunfar (“cabeza, corazón y cojones”) es mejorable

Entre las frases de Trump en su autobiografía El secreto del éxito, figura una igualmente testicular: “A veces vale la pena ser un poco salvaje”. Pero hay otra que le define mejor y permite entender el proceder del personaje: “No te asustes nunca, haz lo tuyo y aguanta en tu sitio; sigue en pie y lo que tenga que pasar, que pase”. Claro que para tatuarla se necesitan ganas y un brazo largo.

Es curioso, pero la frase del abuelo de Alcaraz es parecida a la que le dijo don Juan a su hijo Juan Carlos de Borbón, cuando todavía era príncipe: “Ten mucha cabeza, bastante olfato, nada en la lengua y los cojones en su sitio”. Al menos, la sentencia va en sentido decreciente y sitúa el talento como el elemento principal de esta.

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Cuesta creer que se triunfe en la vida por unas palabras. Entiendo que en ocasiones una frase puede resultar motivadora. Los libros de autoayuda ocupan cada vez más espacio en las librerías, pero difícilmente ofrecen atajos para conseguir el éxito. A veces, es mejor escuchar a los poetas. Como Mario Benedetti, que escribió: “No te rindas, la vida es eso: continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo”. No dijo nada de la testosterona.

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