“Y tú que te creías el rey de todo el mundo…”. Ya lo dijo Cuco Sánchez cuando escribió Fallaste corazón.
De repente, a mediodía, se nos fue la luz. También se fue en Portugal y en Francia. Nadie sabía por qué.
Pedro Sánchez, unas horas más tarde, seguía sin saber por qué y dijo que todas las hipótesis estaban abiertas.
Y que, por supuesto, estaba abierta una investigación para saber por qué se había producido el ‘cero energético’, que así se llama este suceso.
“¿A dónde está tu orgullo? ¿A dónde está el coraje?”

Hace unos meses la Unión Europea nos recomendó un kit de supervivencia para poder subsistir durante al menos 72 horas sin necesidad de ayuda exterior. El kit incluía agua, alimentos básicos no perecederos y fáciles de preparar, medicamentos, linternas, pilas, velas. En confianza, me pareció una exageración y no hice ningún caso a “esos burócratas europeos”. Y como yo, bastantes (miles).
En el apagón, el bar de siempre, cerrado, porque el datáfono no funcionaba. En la gasolinera, dos amigos míos juntaron sus ahorros -25 euros-, pagaron en efectivo y así pudieron ir al colegio a recoger a los chavales. Una persona en silla de ruedas, sin poder subir a su casa.
Me gustaría que la UE tomase el mando y realizase una investigación muy rápida y muy a fondo
“Porque hoy que estás vencido mendigas caridad. Hoy que estás acabado ¡qué lástima me das!”
“La vida es la ruleta en la que apostamos todos/y a ti te había tocado nomás la de ganar,/pero hoy la buena suerte la espalda te ha volteado./Fallaste corazón, no vuelvas a apostar”
Terminó Cuco su canción, pero a las 11 de la noche seguíamos sin luz. A las 10, además, cortaron el agua. A las 2.30 volvió todo. Hasta pude leer un rato en la cama.
Hoy veo una explicación de lo que sucedió. La demanda fue superior a la oferta. En segundos desaparecieron 15 gigavatios, o sea, el 60% de la generación en ese momento. Entiendo lo de la demanda y la oferta. Lo que no acabo de ver claro es cómo pueden desaparecer tantos gigavatios y -pregunta de ignorante- dónde están.
Admito que en España lo admitamos. Me gustaría saber qué opinan los portugueses y los franceses. Y eso de que en España lo admitimos es muy dudoso. Ya ha empezado el batiburrillo. Unos echan la culpa a otros, como siempre, aunque realmente, nadie sabe lo que ha pasado.
Pero este es un tema europeo. Si queremos seguir construyendo Europa, hay que saber dónde está cada uno de los vatios que se generen. Me gustaría que la UE tomase el mando y realizase una investigación muy rápida y muy a fondo, porque de verdad, no me fío de los nuestros. Pasará lo de siempre. Que el objetivo de cada uno será barrer para casa y no aclarar las cosas, aunque el presidente haya asegurado que esta vez va en serio. Y cambiaremos de canción y de cantante y acabaremos con Chavela Vargas entonando la Llorona.