Cuando la verdad es un riesgo

FUTUROS IMPERFECTOS

Cuando la verdad es un riesgo
Consejero editorial

Orson Wells proclamaba en Ciudadano Kane que al entrar en la redacción del Chronicle se había sentido como un niño ante una confitería y es posible que en mi caso hubiera experimentado una emoción parecida ante el escaparate de La Vanguardia, cuando en mi adolescencia veía de reojo a los periodistas entrar por la puerta giratoria, mientras contemplaba extasiado las fotografías de la semana expuestas en la calle Pelayo.

BERLIN, GERMANY - APRIL 07: A demonstrator holds a placard showing Hossam Shabat, a Palestinian journalist killed in an Israeli airstrike in Gaza in March, at protest against the possible deportation of four foreign pro-Palestine activists from Germany on April 07, 2025 in Berlin, Germany. The four activists, including two from Ireland, one from Poland and one from the United States, face charges relating to their participation in a protest sit-in at Berlin's Free University last year over Israel's invasion of Gaza. City authorities have ordered the four activists to leave Germany or face deportation.  (Photo by Sean Gallup/Getty Images)

  

Sean Gallup / Getty Images

No eran los mejores tiempos para el periodismo, pero aun así no les iba mal a los periódicos, que empezaban a encontrar resquicios para contar lo que ocurría a pesar del férreo control del franquismo. Escribo eso mientras la profesión celebra el día mundial de la Libertad de Prensa, que coincide con un momento muy difícil no solo para ejercer el periodismo, sino para defender la verdad. En el 2024 fueron asesinados 124 informadores (el 70% en la franja de Gaza) y 361 resultaron encarcelados. Los países con más periodistas en prisión son China (50), Israel (43), Birmania (35), Bielorrusia (31) y Rusia (30). La principal razón de estas detenciones son sus opiniones políticas.

En el 2024 fueron asesinados 124 periodistas y otros 361 fueron encarcelados

Hegel decía que el diario de la mañana era la oración del hombre contemporáneo. Eso que valía en el siglo XIX resulta válido en nuestros días, aunque los soportes de la información se hayan diversificado. Pero el periodismo está seriamente amenazado, no solo por los estados, sino también por la precariedad. Doscientos años después de que un presidente de EE.UU. como Thomas Jefferson dijera que prefería tener una prensa sin gobierno, que un gobierno sin prensa, ha aparecido Donald Trump despreciando a la prensa libre, poniéndole cortapisas y llenando el universo de mentiras.

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Màrius Carol
U.S. President Donald Trump waves after disembarking from Air Force One at Palm Beach International Airport, West Palm Beach, Florida, U.S. May 1, 2025. REUTERS/Leah Millis

La democracia y el periodismo comparten su afán por conocer la verdad y hacer del mundo un lugar mejor. El periodismo no es solo una técnica de comunicar, resulta también una ética y una estética para transmitir unos valores basados en el respeto, la tolerancia y el rigor. Eugenio Scalfari, fundador de La Repubblica , definió al periodista como la gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente. Pero también es el arte de decir la verdad, la más auténtica de las bellas artes.

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