Este largo fin de semana para los que pueden disfrutar del puente de Sant Joan es una buena paradoja de las contradicciones de nuestra sociedad. En general, los hoteles están llenos y en ciudades como Madrid o Barcelona alcanzan cifras de escándalo por una sola noche; los aeropuertos baten récords de pasajeros con terminales infestadas de turistas; el sector de la restauración saca músculo, aunque lamenta la falta de personal para poder atender a la inmensa clientela dispuesta a gastar el precio que sea. En el mundo económico hay dinero a espuertas: inversiones, compras, adquisiciones… No hay señales de crisis. Parece que todo es maravilloso.
La realidad, sin embargo, es muy diferente: existe una población cada vez más numerosa que vive en la pobreza o está a punto de ingresar en ella. Y, pese al recordatorio habitual que hacemos los medios, vive en un silencioso segundo plano.
Y si echamos una mirada a los conflictos abiertos que tenemos en Ucrania u Oriente Medio, donde cada día el contador de víctimas mortales va subiendo y aún se puede agravar más, o analizamos los problemas de gobernanza de nuestras democracias liberales, la sensación es que el clima reinante no está para muchas alegrías.
Los sociólogos pueden deducir que aún se está viviendo las secuelas de la pandemia de la covid, y que la gente que se lo puede permitir está en actitud escapista de buscar el placer inmediato. El mundo se complica cada día más, desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y los gobiernos democráticos parecen cada vez más débiles por la falta de apoyos. En cambio, crecen las autocracias y la extrema derecha está llamando a nuestra puerta.
Esta huida hacia adelante también afecta a la audiencia de los medios. Las encuestas del sector señalan que muchos lectores prefieren no leer diarios porque hablamos de guerras, corrupciones y mala gestión de los gobiernos. Les aseguro que aquí intentamos no limitarnos a eso. Y el menú que les hemos preparado para hoy contiene otras muchas cosas. Es decir, disfruten del puente pero también con nosotros.