Es una injusticia. Este es el argumento con el que la familia Ortega Monasterio se prepara para defender la honorabilidad de su antepasado, Josep Lluís Ortega Monasterio, quien en 1968 compuso la popular habanera El meu avi .
Dos son los frentes abiertos por los descendientes de este autor, aunque ambos tienen su origen en la emisión en noviembre del año pasado de un documental en TV3 donde se vinculaba a Ortega Monasterio con la explotación sexual de menores. La familia ha denunciado ante la justicia a la CCMA y a la autora del reportaje. Pero el contencioso no acaba aquí: ahora se ha abierto otro frente después de que el Ayuntamiento de Calella de Palafrugell haya decidido que El meu avi no cierre la tradicional cantada de habaneras del 5 de julio, rompiendo así una tradición de medio siglo.
Que no se permita entonar El meu avi roza lo absurdo. No solo porque es una canción enraizada en la cultura popular sino porque se censura una obra sobre unas acusaciones a su autor por las que fue exonerado en dos sentencias judiciales.