El comité noruego que se encarga de evaluar la elección del Premio Nobel de la Paz es posible que ya haya recibido la carta del congresista republicano Buddy Carter donde propone a Donald Trump para el galardón. El mérito contraído, según el solicitante, es el acuerdo de paz que logró entre Irán e Israel, por el que ambos países decidieron frenar su escalada bélica. Nos congratulamos mucho de que se haya evitado una guerra total y animamos al presidente americano a que, para hacerse merecedor del todo del premio, consiga también un alto en fuego en Gaza. No estaría nada mal. Porque, a pesar de que el foco ya no está en esta zona de Oriente Medio, no hay día en el que no haya que contar alguna nueva víctima mortal.

Ruinas en Gaza tras los bombardeos de Israel
Solo en las dos últimas semanas, han muerto cerca de 900 personas en Gaza, según las autoridades palestinas, que ya cifran en 56.000 las víctimas mortales desde octubre del 2023. Las crónicas que nos remite Helena Pelicano desde Jerusalén son estremecedoras: 400 palestinos han fallecido y otros mil han caído heridos en las aglomeraciones que se producen frente a los puntos de repartos de ayuda, muchos de ellos tiroteados por soldados israelíes. Y nadie parece que esté en condiciones de acabar con esta sangría. En la última cumbre europea de los 27, no hubo acuerdo para proponer medidas contra el Gobierno de Beniamin Netanyahu. España, que según Israel está en el lugar equivocado de la historia, defendió la suspensión del Acuerdo de Asociación entre Israel y la UE como medida de presión. Pero no recibió el apoyo de otros países, como Alemania, que sigue manteniendo una posición histórica de permisividad con las actuaciones de los gobiernos israelíes.
Paralizada, al parecer, la guerra con Irán y controladas las milicias de Hizbulah en el Líbano, Netanyahu tiene las manos libres para seguir su ofensiva en Gaza. Solo Trump estaría en condiciones de pararlo, ya que ni sus socios árabes, ni la pasiva Europa que se lo mira de lejos influyen lo más mínimo en el ánimo del primer ministro israelí. Darle el Nobel a Trump sería algo ridículo, pero estaría bien que este se lo creyera y se emplease a fondo en terminar con la ofensiva en Gaza y acabase con ello con el sufrimiento de su población. Ni un día más, por favor.