Un paisaje contra el fuego

Urge que todos tomemos nota de las recomendaciones de los expertos para minimizar en lo posible el impacto de los grandes incendios forestales que ya están aquí. La norma número uno es prevención, y para ello es esencial tener muy bien cuidados los bosques e impedir que sigan ganando terreno a la agricultura. Estas últimas semanas, a raíz de los fuegos de la Segarra y del Baix Ebre, los bomberos no se han cansado de repetir que sin un paisaje mosaico el riesgo es muchísimo mayor. No podemos seguir abandonando el campo y sin gestionar eficazmente los bosques. Hay que promover masas forestales menos tupidas y mucho más ligeras, y dar protagonismo a las franjas de pastos y de cultivos que actuarán como eficaces cortafuegos naturales. Pero sigue habiendo muchos escollos y ya
es hora de que todas las administraciones muevan ficha. Trámites imposibles y eternos desalientan a quien quiere transformar enclaves boscosos en pastos o en terrenos agrícolas.

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