Es posible que Donald Trump no tenga amigos, sino intereses. O que posea un sentido de la amistad decididamente utilitarista. Para él, un amigo sería lo más parecido a un kleenex: son personas de usar y tirar. Sorprende que los dos multimillonarios que más le ayudaron a volver a la Casa Blanca, como Elon Musk y Rupert Murdoch, se hayan convertido de un día para otro en enemigos. Musk dedicó muchas horas y 250 millones de dólares para conseguir este objetivo, e incluso emprendió los brutales recortes en la Administración del país. Murdoch puso su imperio mediático a su servicio, hasta el punto de que pagó mil millones de dólares para no ir a juicio por las mentiras en la Fox sobre el inexistente fraude electoral del 2020, que sostenía Trump.
Hoy Musk ha roto toda colaboración con el presidente de Estados Unidos y ha decidido crear su propio partido, America Party, con el que pretende “liberar a los americanos del sistema bipartidista” y “devolver la libertad a los estadounidenses”. Murdoch no ha llegado a tanto, pero se ha distanciado de Trump, que le pide 10.000 millones por haber publicado en The Wall Street Journal una carta obscena que envió a Jeffrey Epstein (acusado de traficar sexualmente con menores) en el 2003, con motivo de su 50 aniversario.
Trump ha cortado amarras con Musk y Murdoch, que son quienes más le apoyaron
El presidente supo que el diario tenía la misiva e intentó sin éxito que no se publicara, pero Murdoch hizo oídos sordos. Así que en poco tiempo hemos pasado de “Trump mataría por Rupert” (relatado por uno de sus colaboradores) a “acabaré con él”, que habría exclamado al abrir las páginas del rotativo.
Resulta chocante que dos multimillonarios que fueron artífices de su victoria se distancien del presidente. Ello no es ajeno a su política de aranceles, que en círculos financieros se considera que es una guerra comercial estúpida, que comportará más inflación y deuda. Al dinero no le gusta la inestabilidad y Trump se contradice a sí mismo y a los mercados. Rogert Ailes, que fue director de Fox News, confesó en una ocasión: “Golpeas a Donald Trump en la cabeza y sigue adelante, ni siquiera se da cuenta de que lo han golpeado”. El problema es que el país empieza a dolerse del golpe.
