Un barrio vivo y habitable

El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido acelerar una serie de actuaciones pendientes y activar un plan de choque para mejorar la convivencia y la limpieza en el barrio de Sant Antoni. Esta reacción del gobierno municipal llega tras atender por fin las quejas de las entidades vecinales y comerciales, que lle­vaban mucho tiempo quejándose del abandono que padece este barrio. Basta pasear por sus calles para comprobar cómo han aumentado los problemas vinculados con la inseguridad y el incivismo. El hecho de tratarse de un barrio tan céntrico hace que en Sant Antoni se reproduzcan de manera peligrosa algunas manifestaciones de deterioro de la convivencia y del espacio público como las que se dan en el vecino Raval. Actuar con diligencia y anticiparse a los problemas para que siga siendo un barrio “vivo”, como lo definió el concejal del distrito del Eixample, es una exigencia que los poderes públicos no pueden pasar por alto. Un barrio vivo ha de poder ser también un barrio habitable.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...