Supongamos que existen comités de insultadores que debaten en torno a una mesa ovalada. En su primera reunión del nuevo curso político se respira nerviosismo. Hablemos claro –dice un responsable–, la temporada pasada fuimos demasiado lejos, a ver ahora cómo crecemos, hay que ponerse las pilas si no queremos decepcionar.
Repasemos la filosofía del comité para los lerdos que no se han leído El arte de insultar, de Schopenhauer: si se advierte que el adversario es superior, hay que apartarse del objeto de discusión, pues es una batalla perdida, y atacar a la persona. Esto es más antiguo que el cerdo. Nada de perder ni tiempo ni titulares rebatiendo ideas, hay que machacar a la persona. Venga. Recordad que nos piden insultos imaginativos, sonoros, groseros, de última generación. Lluvia de ideas.
Empecemos por algo suave, pero que se note que es solo el principio de una espiral hacia el infierno. ¿Abrimos boca con nuestros clásicos? Venga. ¿Qué tal “indigno”? No funciona, es como del medievo, la dignidad nadie sabe lo que es. “Inútil” tiene más jugo. Apunta para las primeras comparecencias repetir “inútil” e “incompetente”. Añade “irresponsable”, que da un aire institucional. Son muchas íes. Mejor, cada i contiene un cuchillito, un “idiota” subliminal, en la punta de la lengua. “Traidor” siempre funciona. Y “mentiroso”. ¿Sí?, ¿no aburre? A ver, sinónimos de “mentiroso”. “Mendaz”. Venga, si te parece repetimos lo de “felón”. Menudo ridículo. Eso no salió de este comité, eso se lo diría su abuela a él. Pon “bellaco”, ya te digo. Ja, ja. Bueno, vamos a los platos fuertes, las novedades.
Cada ‘i’ contiene un cuchillito, un “idiota” subliminal, en la punta de la lengua
“Mono”. ¿“Mono”?, ¿en serio? A los animales ni tocarlos, que nos trolean como con el perro. Pues “rata”; nadie va a subir a sus redes fotos abrazando ratas. ¿ Y “sapo”? Que animales no. ¿“Ladilla”? Bueno, “Ladilla” bien, pero en provincias. Propongo innovar con “lechuguino”. Cuidado con los ecologistas, lo verde descartado. ¿Tenemos datos recientes de los insultos de patios de colegio? “Subnormal” sigue siendo el hit.
Qué pena que no se pueda usar “subnormal”, de verdad, qué pena. Vaya mierda los colectivos. “Gilipollas” también gusta muchísimo. ¿No podríamos saltárnoslo ya todo y sacar “gilipollas” en Navidades? Venga, a lo loco, como lo de la fruta. ¿Y “chupagambas”? Imbécil.
