Las patrias de nailon

FUTUROS IMPERFECTOS

Las patrias de nailon
Consejero editorial

Las banderas no acostumbran a tener demasiados defensores en las filas progresistas, seguramente porque con ellas se han cometido más abusos que actos de libertad, han protagonizado más tragedias que poemas. Mario Benedetti las llamó patrias de nailon y Norman Mailer declaró que le incomodaban porque eran refugio de miserables, por poner dos ejemplos de su rechazo. A mí me gusta la definición que hizo un presidente de Estados Unidos como Woodrow Wilson (1913-1921), cuando proclamó que la bandera es la emoción, no del sentimiento, sino de la historia. Me parece inteligente restarle irracionalidad a las banderas para ponerlas en valor como bien cultural que nos explica de dónde venimos y quiénes somos.

foto marius

 

Joan Mateu Parra / Shooting

En el parque de la Ciutadella, ese Central Park de bolsillo del que disfruta Barcelona, ayer se izó junto al Parlament una gran bandera de 54 metros cuadrados, en un mástil de 25 metros de altura. La iniciativa fue de Josep Rull, presidente de la institución y dirigente de Junts. Cuando se lo dijo al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y al alcalde Jaume Collboni, ambos del PSC, se pusieron rápidamente de acuerdo. La bandera cuatribarrada, milenaria, había sido dejada de lado por el independentismo en beneficio de la estelada. El acto constituyó, de algún modo, una rehabilitación de la senyera, que representa a todos los catalanes y que había sido relegada por demasiado transversal, en tiempos de trincheras.

Una gran bandera ondea junto al Parlament, a modo de rehabilitación de la senyera

La enseña de la Ciutadella ondeará todo el año. Hay quien dirá que se ha copiado la bandera gigante de la plaza de Colón de Madrid, que José María Aznar reprodujo tras una visita al Zócalo de México DF, en el 2001. Pero no es lo mismo. No solo porque la bandera española de Colón mide 300 metros cuadrados. Aquello fue un acto de conquista de un espacio de españolidad, casi como un Iwo Jima doméstico. De hecho, le faltó tiempo a la derecha más conservadora para apropiarse del enclave.

Lee también

Trump como Apollinaire

Màrius Carol
Los demócratas desvelan la carta que Trump envió a Epstein por su cumpleaños con el dibujo de una mujer desnuda

La bandera catalana izada ayer, a las puertas del Onze de Setembre, es una medida institucional que no va contra nadie y que favorece la concordia. Se trata solo de un trozo de nailon, pero con la ventaja de que es un tejido con el que no pueden ni las polillas, ni los irresponsables.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...