Donald Trump no tiene límites. Como era previsible, aprovechó su intervención de ayer en la sede de las Naciones Unidas para ridiculizar a esta organización, tachar el cambio climático de “montaje” y afirmar que la inmigración “está destruyendo buena parte del mundo libre”. El presidente republicano es así. Un día se levanta diciendo que el paracetamol influye en el autismo infantil –aunque las autoridades sanitarias lo niegan– y otro se presenta en Nueva York y dice que si Europa no para los pies a la inmigración, “se irá al infierno”. Y el problema no es solo su palabrería, sino también sus actos. En este primer año como mandatario ha hecho purgas en la Administración, ha enviado al ejército para expulsar inmigrantes, ha cercenado la libertad de expresión, ha perseguido con el FBI a sus rivales políticos o ha ejecutado una caprichosa política arancelaria, entre otras muchas cosas que no caben aquí por falta de espacio.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, durante su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York
Las consecuencias para el mundo del actual Trump son mucho más dañinas y peligrosas que las que provocó en su primera etapa en Washington. Cuesta pensar lo que puede llegar a hacer en cuatro años si mantiene su actual ritmo de ejecución. La oposición demócrata está conmocionada; la justicia, bajo control , y los medios de comunicación, asustados ante las demandas que presenta y sus campañas censoras. En este contexto, parece que Trump tiene barra libre para hacer lo que quiera.
Quizás su único talón de Aquiles sea el económico. Son muchos los expertos que han vaticinado una crisis en las finanzas estadounidenses por su discutible política arancelaria. Pues bien, la OCDE, en sus previsiones para este año y el próximo, dibuja un escenario que no le gustará al inquilino de la Casa Blanca. Se pasará de un crecimiento del 2,8% en el 2024 a una previsión de 1,8% para el 2025 y a un 1,5% para el 2026. O sea, retroceso en el crecimiento y subida de la inflación, factor este último que afectó a la candidatura de Joe Biden.
Trump puede dinamitar ahora la OCDE por atreverse a hacer estas previsiones y seguir a lo suyo. Pero los efectos en los bolsillos de sus ciudadanos pueden ser un efecto más decisivo en la pérdida de sus apoyos que algunas de sus extravagantes decisiones.