X representa una disputa constante. Es el escenario de una guerra cultural sin fin. Es el cuadrilátero digital donde se resuelven todas las controversias actuales. El objetivo es acorralar al oponente, noquearlo o, alternativamente, lograr que sucumba por cansancio o por decisión. Algunos emplean la agudeza, la elocuencia y la destreza; la mayoría, la contundencia, el golpe directo y demoledor. “Me ha dolido hasta a mí”, se percibe sin dificultad cuando alguien asesta el golpe con una expresión breve y cortante, una injuria o un comentario mordaz.
Indeed, these are times when one heads to the gym to build muscle, quite literally, possibly to ready oneself for a significant confrontation that lies ahead. Conflict is currently in vogue. It's appealing. A generally warlike atmosphere is discernible, and many are more occupied with anticipating and lamenting it, in the classic self-fulfilling prophecy style, than with efforts to prevent it. Consequently, combat sports and disciplines, whether real or imagined, are regaining popularity. This is why politics this week transformed into a spectacle of circus-like wrestling. And this is also why Jake Paul trended.
The influencer and boxer mirrors our present condition, a constant spectacle centered on disagreements, much like Trump's position in the political arena.
Una vez más, la inteligencia artificial, cortesía de United Unknown, nos ofreció el video viral de la semana, el cual presenta a seis figuras prominentes de la política española, quienes, de manera hipermusculada, se enfrentan en un cuadrilátero, ofreciendo siempre el mejor entretenimiento —lo que solíamos denominar aquí pressing catch. Sánchez, actuando como The Hawk, se mide contra Feijóo, aquí Golden Fariña; un valiente y ultraespañol Abascal se enfrenta a un Puigdemont que rompe grilletes; y una enérgica Yolanda Díaz se mide ante el Barretina Rebel Gabriel Rufián. Koldo distribuye los aperitivos, mientras Ayuso y Almeida observan el espectáculo con deleite. La estética de los años ochenta completa esta obra cumbre.
¿Y quién diablos es Jake Paul? La respuesta breve es un conocido youtuber que se dedicó al boxeo. Sin embargo, representa mucho más: es el reflejo de la sociedad actual. Originario del Medio Oeste de Estados Unidos, Paul es un joven rubio que, junto a su hermano, inició su andadura creando contenido, primero en la plataforma Vine y luego en YouTube, logrando así una inmensa fama en EE.UU. Se ganó esa fama a través de actos absurdos y controversias continuas: desde bromas extremas hasta ostentación de riqueza y celebraciones, pasando por declaraciones racistas y negacionistas, y discursos motivacionales vacíos, entre otros. Un claro exponente del ego, la provocación y la viralidad que hemos presenciado abundantemente en la última década.
La cuestión es que, con este discurso vacío de “mentalidad de ganador” que fascina a tantos jóvenes, se inició en el boxeo profesional hace ya algún tiempo y la semana pasada sufrió una derrota por K.O. Ante el inglés Anthony Joshua, un individuo de procedencia modesta —descendiente de inmigrantes— que se dedica a esta disciplina con seriedad y que ostenta dos títulos mundiales, nada menos. No solo fue derrotado, sino que Joshua, sin ofrecer una actuación destacada, le fracturó la mandíbula.
El viernes anterior en Miami, se realizó un enfrentamiento pugilístico entre el creador de contenido de Estados Unidos Jake Paul y el púgil del Reino Unido Anthony Joshua.
Paul, who had boasted about an easy victory, proceeded with the spectacle. He tweeted: “Doble fractura en la mandíbula. Corazón y testículos intactos”. And he proudly displayed his X-ray. Social media erupted, mocking the boastful white guy. The subject dominated global online discussions, including in Spain. Even all the media outlets, which usually ignore boxing, discussed the fight.
Así es como nos presentamos actualmente: un espectáculo continuo centrado en la discordia y la contienda. Se originó en línea, como una distracción que se convirtió en una empresa, pero hoy en día este modelo domina la Casa Blanca. No es necesario mencionar que el influencer en cuestión, un reflejo de este entorno de confrontación incesante, es un partidario declarado de Trump. De hecho, Trump es Paul practicando la política auténtica.
Por ello, y a pesar de reconocer la gran brecha, subsiste una posibilidad, que es el golpe decisivo de Joshua. El golpe que merecerían los Paul de turno que nos involucran en esta situación. La esperanza que ofrecía @BlockheadNYC en medio de la avalancha de tuits y opiniones: “Imagínese si el hecho de que Jake Paul fuera noqueado fuera la primera ficha de dominó en caer y las cosas finalmente cambiaran para mejor en el mundo”. Es época navideña: permitámonos fantasear.

